El director general de Mayores, Florencio Martín, ha presentado, este miércoles, a la comunidad sanitaria madrileña un equipamiento pionero en España. Se trata del Centro de Día para Enfermos de Alzheimer Doctor Salgado Alba, cuya singularidad consiste en que atiende casos precoces, es decir, a personas de entre 30 y 60 años que padecen esta enfermedad.
Neurólogos, psiquiatras e internistas de hospitales públicos y privados de la ciudad, responsables del Servicio Madrileño de Salud y profesionales de diversas áreas sanitarias del municipio, han podido comprobar ‘in situ’ el funcionamiento del Centro de Día para Enfermos de Alzheimer Doctor Salgado Alba que cubre un vacío existente en todo el país. El centro está en funcionamiento desde el pasado mes de enero. Cuenta con una plantilla de 35 profesionales y conjuga la atención a los pacientes con la investigación, información y difusión sobre esta enfermedad.
El nuevo equipamiento está en el distrito de Carabanchel, en un edificio que se ha renovado y ampliado y que antes era la sede de un Centro Municipal Geriátrico. Tiene 1.735 metros cuadrados de superficie en los que, además del Centro de Día para Enfermos Precoces de Alzheimer, se ubica un Centro de Formación Sociosanitaria y Geriátrica, así como el Departamento de Centros de Día y Residenciales de la Dirección General de Mayores.
En Madrid se estima que hay 35.000 personas mayores de 65 años que padecen Alzheimer. El 50 por ciento de los casos podrían no estar diagnosticados. También se calcula que existen 824 enfermos de entre 30 y 60 años que, en su mayoría, también estarían sin diagnosticar. La creación de este centro se enmarca en el Plan de Inversiones y Equipamientos en Centros de Día y de Mayores 2004-2007, que incluye la construcción de 44 nuevos equipamientos para la atención de este colectivo.
Uno de ellos es este centro que, este miércoles, han visitado los representantes de los servicios sanitarios de la ciudad y que contribuye a cumplir el doble compromiso de multiplicar por tres las 1.335 plazas públicas en centros de día que existían en 2003, de las que sólo 145 eran para enfermos de Alzheimer, así como garantizar la calidad de una atención adaptada a las necesidades específicas de sus destinatarios.