Especial Diariocrítico - El nuevo Gobierno
MINISTERIO DE CULTURA
martes 07 de abril de 2009, 13:21h
César Antonio Molina Sánchez |
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Biografía:
Ministro de Cultura desde el 9 de julio de 2007
La Coruña, 1952. Licenciado en Derecho y en Ciencias de la Información.
De 1985 a 1996 trabajó en Cambio 16 y Diario 16. En 1996 se incorporó al Círculo de Bellas Artes como Director-Gerente. En mayo de 2004 fue nombrado Director del Instituto Cervantes
Tiene publicados más de treinta libros, fundamentalmente de ensayo, prosa y poesía |
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- Perfil político - |
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Molina: encantado con Cultura
Trepite como ministro de Cultura. Es una cartera de lucimiento -intrascendente, dijo un miembro de la dirección del PSO- pero que puede jugar un importante papel si, durante los próximos cuatro años, José Luis Rodríguez Zapatero persiste en su idea de España, la diversa, que no plural, por lo que tiene de aglutinadora de una identidad común, por encima de las diferencias territoriales. Además, a decir -esta vez con razón- por las malas lenguas, Cultura no es un ministerio de gasto (esos son los de Fomento, Educación, Trabajo y ya no Sanidad) pero sí de subvenciones (el chocolate del loro) que permiten comprar voluntades. El reto más serio que tiene el ministro es de de aplicar el famoso canon sobre productos digitales.
Molina se licenció en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela y en Ciencias de la Información por la Complutense. Se doctoró cum laude con un trabajo de investigación sobre La prensa literaria española, publicado en tres volúmenes. Fue profesor de la Universidad Complutense de Madrid y ha seguido siéndolo en los últimos años, en la facultad de Humanidades y Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid. Durante varios años coordinó los Cursos de Humanidades de la Universidad de Verano de El Escorial.
Entre 1985 y 1996 trabajó en Cambio 16 y Diario 16 en donde fue director adjunto y responsable de las páginas de Cultura y Espectáculos, así como de los suplementos Culturas y Libros. En 1996 se incorporó al Círculo de Bellas Artes de Madrid como director gerente.
En mayo de 2004 fue nombrado Director del Instituto Cervantes.
En septiembre de 2005 el gobierno de Francia le nombró Caballero de la Orden de las Artes y Letras.
Ha publicado más de una treintena de libros, especialmente, libros de ensayo, prosa y poesía. Su obra poética aparece recogida en numerosas antologías y está traducida a varios idiomas. Su último libro publicado El rumor del tiempo (2006).
El 6 de Julio de 2007 fue nombrado ministro de Cultura en sustitución de Carmen Calvo, por el gobierno del PSOE de Zapatero.
El día 9 de marzo de 2008, en las elecciones generales, obtuvo un acta de diputado al Congreso de los Diputados por la provincia de A Coruña. Era el cabeza de lista y su colocación en ella provocó bastante malestar en el PSdG-PSOE, al que Molina siempre ha sido ajeno. |
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- Los retos del Ministerio - |
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Por Luis Conde Martín
El confirmado Ministro de Cultura, César Antonio Molina, nuevo y viejo a la par, con bagaje de meses en el departamento y los que le cuelgan con la experiencia del Instituto Cervantes; se encuentra con los desafíos inmediatos a los que hacer frente en estos cuatro años de la próxima legislatura.
Algunos no admiten demora y hay que plantarles cara sin dilaciones, porque se han disimulado con parches ante la urgencia de la campaña electoral pasada.
Quizás el primer asunto que le saltará en las manos, como patata caliente, es el del canon y los derechos de autor. La SGAE jugó fuerte y forzó una postura que la sociedad española no ha digerido en absoluto. Lo de hacer pagar a todos por grabar cualquier soporte electrónico indiscriminado, se antoja abusivo y poco esclarecido en relación con los derechos de autor y cómo revierten a cada cual.
Y este canon evoca el del cobro en el uso de las bibliotecas públicas, impuesto por la normativa europea, pero que en nuestro país resulta pintoresco, dada la exigua utilización de las bibliotecas como centros de lectura masiva. ¿Alguien se imagina que los españoles van a pagar una cuota por leer libros de las bibliotecas?. La política del libro, con una industria huyendo hacia adelante con sus casi 70.000 nuevos títulos al año, imposibles de absorber en un mercado más que saturado, desbordado con cientos de libros semanales en los estantes, que hay que renovar como mercancía apenas revisada. Una industria emparentada con la de la burbuja inmobiliaria, que construía en España más que casi toda la Unión Europea. ¿Reventará esta también, con sus innumerables premios amañados?
El cine y la producción de filmes subvencionados, que en una distribución sujeta a intereses foráneos y espurios está llamada a fracasar; se debate entre unirse a los grupos europeos y su defensa o quedar reducida a las coproducciones residuales que los grandes grupos hollywoodienses impongan.
Poco podrán ayudar las televisiones y sus centros de producción, que tienen encima el apagón analógico y el recurso de la tv en TDT, que apenas está remontando y haciéndose popular. Las televisiones locales y municipales, como las privadas conseguidas en concesiones políticas interesadas, tienen pendiente su batalla por la audiencia y el espacio emisor.
Y, por último, la guerra en Internet por el uso en español de las consultas cotidianas, en una dura competencia global con los grandes portales mediáticos que dominan la red. El Instituto Cervantes lleva años abriéndose camino y la Real Academia Española no quieren quedarse atrás en sus procesos modernizadores de la tecnología digital, con las enormes inversiones necesarias.
¿Hacia donde dirigirá el nuevo-viejo ministro de Cultura sus esfuerzos y políticas inmediatas en los próximos meses?.
Habrá que estar atentos y sus planes darán el índice de cómo orienta el ministerio, con la Biblioteca Nacional en cuarentena y sumida en su revisión de fondos, padeciendo el expolio como los fondos marinos por las razzias de nuevos piratas equipados con dotación para no dejar pecios sin esquilmar. |
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