Muchos tachan a Sarkozy de demagogo por poner como ejemplo a personalidades a las que ni siquiera les dedicó una calle durante los diez años que fue alcalde del pueblo Neuilly, a las afueras de París. Sin embargo, sí cuenta con los votos de dos intelectuales comprometidos y militantes que, hasta hacer este apoyo oficial, se consideraban de izquierdas.
Ante la sorpresa, el diario Le Nouvel Observateur publicó en portada el 15 de febrero un artículo titulado ¿Se han vuelto de derechas los intelectuales? y a los pocos días apareció en el mismo periódico un manifiesto firmado por 150 intelectuales pidiendo el voto para Ségolène Royal.