En el Palacio de Congresos del Campo de las Naciones de Madrid, y ante dos mil personas, Sarkozy subrayó que es momento de que franceses y españoles se unan para impulsar una 'Unión Mediterránea' y, desde su herencia común, se enfrenten a la batalla de la mundialización.
Según avisó, esa batalla se puede "ganar o perder" o dar como resultado "la paz o la guerra, lo mejor para la civilización mundial o el fanatismo y oscurantismo, el diálogo entre culturas o la intolerancia y el racismo". Por ello, insistió en que toca diseñar una estratagia euro-africana para dar la cara a los nuevos tiempos.
Sarkozy hizo estas afirmaciones ante un auditorio entregado y buena parte de la 'cúpula' del PP, encabezada por su líder, Mariano Rajoy, que acudió al recinto acompañado de los responsables del área internacional de su partido, Jorge Moragas y Gustavo de Arístegui; el secretario ejecutivo de Organización, Sebastián González; el portavoz en el Senado, Pío García Escudero o la concejal de Madrid y esposa de José María Aznar, Ana Botella.
En este contexto, insistió en alabar el desarrollo de la sociedad y la economía española en los últimos 30 años y, especialmente, en las dos legislaturas presididas por Aznar, donde llegó a producirse, según dijo, "un milagro económico". "España debe ser para nosotros un ejemplo de que la imaginación, el coraje y la libertad de iniciativa pueden impulsar la economía en muy poco tiempo", sentenció.