Lo venimos escribiendo desde hace varios meses: el Barça no tiene hambre este año. Al menos, no tanta como en los dos últimos, cuando sus jugadores deseosos fervientemente de ganar los títulos de los que estaban ayunos casi todos'se comían' el balón, el campo y lo que fuera menester. Ahora ya no. De ahí su renqueante marcha en la Liga, superado por el Sevilla, y su prematura eliminación en la Liga de Campeones a manos -mejor as pies- del Liverpool, que con un enorme deroche de testosterona, se lo cenó en el primer tiempo. Luego vino la reacción de los barcelonistas, con el orgullo herido, el gol de Gusjhonssen y alguna ocasión. Pero aunque los de Rijkaard rozaron el milagro, éste no llegó y sus aspiraciones de doblete europeo se entierran.
El problema no estuvo en el mítico Anfield de los 'reds', sino en el 'petardo' del Nou Camp, con aquel impensable 1-2, que les obligaba a una machada casi imposible en la vuelta. Y menos con un Ronaldinho, perdido, 'pasota', escasamente luchador, y nada decisivo, que es como lleva el brasileño toda la temporada desde su fracaso en el Mundial. A pesar de lo cual, tuvo la desfachatez de pedir aumento de sueldo y ficha al inicio de esta campaña. Una exigencia que el presidente Laporta, su protector, aceptó, ganándose las críticas de algunos aficionados y, sobre todo de parte del resto de la plantilla.
Y, quizás, aquellos barros trajeron estos lodos, unidos también al bajón de intensidad en el juego azulgrana, todavía bello, pero falto de garra, de meter la pierna, de carácter ganador; en definitiva de todo de lo que estaban sobrados antes. Posiblemente, aunque aún pueden lograr Liga y Copa, el glorioso ciclo de este segundo 'dream team' se ha acabado, como pronostica el hacedor del primero, Johan Cruyff. Pero, no conviene adelantar acontecimientos al respecto, que ya vendrán solos.
Sin embargo, a la chita callando, sin ruido pero con nueces, el Valencia en lugar de 'petardo' montó su traca particular ya casi en Fallas y sí se ganó los cuartos...de final de la competición, a pesar de que en principio era favorito el supervalorado Inter. Pero los valencianistas, que sí tienen hambre de títulos en su mayoría, supieron dar la cara en Milan en la ida, con un magnífico empate a 2, y fajarse de nuevo en Mestalla para sacar adelante la eliminatoria. Oja al equipo de Sánchez Flores, que es espeso y defensivo en su juego, que no da espectáculo, pero que es muy difícil de batir y empieza a creerse que la Liga de Campeones la puede ganar en este año, tras pegar, eso sí, dos petardos en las finales que perdi´ante Madrid y Bayern.
Apuntar, por penúltimo, que los italianos del Inter, con su clásico mal perder, montaron una más que condenable tangana al término del partido, de la que esperemos la UEFA tome nota. Y, por último, apuntar y desear mucha suerte al Madrid este miércoles precisamente en Munich ante ese Bayern venido tan a menos como los blancos o más, y donde sufrirá para mantener su escasa renta de un gol. Pero donde, a pesar de Capello, es mejor que los alemanes y puede y debe dejarles el 'petardo' a ellos. Ojalá sea el segundo equipo español que se gana los cuartos. Ojalá.
Si (
No(
