La mujer no tiene donde vivir y está aquejada de una enfermedad cardíaca. Dice que está dispuesta a una medida tan extrema como vender su riñón para solucionar sus problemas económicos y poder brindarle un techo a sus dos hijos.
OSORNO (El Diario Austral de Osorno) Con una medida extrema y que deja ver el grado de desesperación, una joven madre osornina señaló que está dispuesta a vender uno de sus riñones con el fin de acabar con la penosa situación económica que la agobia y que no le permite ofrecer a sus dos hijos un techo donde vivir.
Teresa Correa, de 35 años, dijo estar completamente acorralada ante múltiples dificultades. "Ya no sé qué hacer, necesito poder darle un lugar donde vivir a mis hijos y necesito plata. Por eso estoy dispuesta a vender un riñón, es lo único que me queda por hacer", sostuvo.
Según contó, sus problemas comenzaron en el año 2004m cuando vendió la vivienda que tenía. Pero el dinero obtenido en esta venta le fue robado dejándola a ella y a su grupo familiar literalmente en la calle.
La mujer -según su versión- ha debido incurrir en todo tipo de medidas para optar a un lugar donde vivir, desde cartas exponiendo su situación a la Presidenta Michelle Bachelet, hasta tocar las puestas de oficinas públicas y privadas en busca de ayuda que, a la fecha, no se habría concretado. Asimismo -dijo- ha tratado de optar a una nueva vivienda con apoyo del gobierno, pero la asignación de este tipo de beneficios sólo se otorga una vez, por lo que es imposible volver a tener una casa por este medio.
Desde el robo en 2004 ha debido vivir de la caridad de algunas familias de su ciudad. Actualmente, vive en una pequeña habitación, lugar que deberá abandonar, a petición de los dueñosdel lugar. "Ahora no sé qué hacer, pero no quiero volver a la calle", señaló afectada, recordando que durante los meses previos de ser acogida en su actual domicilio, debió dormir en plena vía pública.
Además de este problema, la mujer se encuentra aquejada de una enfermedad cardíaca, por lo que debe medicarse de por vida. El tratamiento de su dolencia lo realiza en el Hospital de Osorno.
Por esta enfermedad, la mujer recibe un beneficio social consistente en 44 mil pesos chilenos (unos 82 dólares), dinero con el que debe mantenerse y alimentar a sus dos hijos, Felipe de 14 años y Bárbara, de 7.
A la vez, esta madre está realizando varios trámites legales, referidos a las debido a las demandas por pensión de alimentos que presentó en el Tribunal de Familia contra los padres de sus hijos.
Este no es el único caso donde una persona está dispuesta a realizar una acción tan extrema como vender un órgano. En tanto, la Corporación de Fomento del Trasplante ha insistido que en Chile la venta, compra y facilitación de órganos es un delito.