La rama juvenil de Esquerra (JERC) regaló a Guerra un cepillo y un Estatut "para que pueda cepillarlo", en alusión a las declaraciones del presidente de la Comisión Constitucional del Congreso cuando éste afirmó que se habían "cepillado como un carpintero el Estatuto" catalán.
Guerra minimizó el incidente, que interrumpió durante unos minutos la conferencia del ex vicepresidente, e ironizó sobre que esto "forma parte de la escenografía de estos actos", al tiempo que recordó que durante la dictadura había "muy pocas posibilidades de manifestarse" y sólo se hacían pintadas en las calles.
Guerra indicó que mientras (los independentistas) sólo hagan pintadas no pasa nada, aunque "lo importante es si tienen apoyo en la sociedad", añadió.
La acción de las JERC fue recibida con aplausos y pitos por parte del auditorio y rápidamente los servicios de seguridad de la universidad apartaron a los estudiantes que habían desplegado la pancarta.
Durante el turno de preguntas de los alumnos Guerra bromeó y dijo, citando a Voltaire, que daría la mitad de su vida para que "los nacionalistas pudieran defender sus tesis", pero que la otra mitad la necesita para "batallar para que los nacionalistas no consigan lo que pretenden".