El sector del papel impreso ha perdido su groso de mercado en los últimos años tras la revolución digital. Pero algunas imprentas han sabido reinventarse y sobrevivir, adaptando sus servicios a las demandas del mercado. El ejemplo de imprenta Printmakers es una muestra de ello, que tras 30 años ofreciendo sus servicios en Barcelona, han adoptado las nuevas tecnologías y las tendencias del sector gráfico para mejorar y avanzar en su trabajo.
El papel que juega la imprenta en los trabajos de cartelería y material para empresas es muy importante, porque estos deben transmitir la imagen de marca. Por eso, cuando una imprenta cuida al máximo el acabado y el trato a sus clientes, esto quedará reflejado en los trabajos finales. Y esos trabajos finales transmitirán a su vez una buena imagen, aportando su granito de arena a la eficacia de su comunicación. Esta es una de las claves por las que una imprenta sigue manteniendo su parte de mercado, la profesionalidad y el trato personalizado.
Pero esto no lo es todo, la oferta de productos y servicios es una clave a la hora de retener clientes y permanecer en el sector. Y para que esto sea así, se debe aportar algo novedoso y diferente. Una vez se satura el mercado de los mismos productos, es importante innovar para que los clientes puedan optar por trabajos más creativos o diferentes. Buscar nuevos retos en la impresión, los formatos y sobre todo, la técnica, es lo que hace a imprentas como Printmakers mantenerse activa y desmarcarse de los competidores, sobreviviendo a las inclemencias del mercado.
Pero el terreno del papel ha sufrido un duro golpe estos últimos años y esto no es suficiente, se necesita ir un paso más allá. Otra forma de reinventarse y adaptarse a los nuevos tiempos es engancharse a otra opción de negocio. En el caso de la Imprenta Printmakers, han optado por participar en la parte creativa, aportando a los clientes soluciones de diseño e imagen de marca. De esta forma, una imprenta deja de limitarse a la mera reproducción del archivo recibido, también coge el negocio del paso previo, el de la creación.
Para una imprenta, por mucho que se reinvente, su esencia es la impresión y para no perder esa virtud, la clave es la especialización en formatos físicos difícilmente sustituibles por una versión digital. Más allá de las fotocopias o los anuncios en cartelería, que han perdido fuelle en pro del mercado online, existen otro tipo de elementos que siempre se van a necesitar en mayor o menor medida. Estos son vinilos de decoración, packaging para productos, lonas y grandes formatos, puntos de venta, cajas de promoción para productos… Ofrecer este portfolio de productos permite además llegar a acuerdos beneficiosos con clientes de tamaño y presupuesto considerable.
En definitiva, se trata de tener una visión de 360 grados sobre el sector de la impresión y lo que va ligado a ella, como el marketing y la creación. La oferta de productos sumada a los nuevos departamentos de creativos como se ha mencionado anteriormente, permite aunar un proceso formado antes por varios agentes, en uno solo, abarcando más negocio y cuota.