La Reserva Federal y sus recientes decisiones han irrumpido en la carrera presidencial de Estados Unidos. Una semana antes de que la institución monetaria celebre los próximos días 20 y 21 su reunión mensual sobre política monetaria en un momento en el que las declaraciones de los diferentes miembros del organismo ponen en evidencia la falta de consenso en el seno de la Fed sobre cuándo acometer una subida de los tipos de interés, el candidato republicano ponía en duda la independencia de su presidenta al declarar que está manteniendo bajos los tipos de interés por las presiones políticas del gobierno. Algunos miembros de la Fed, sin entrar demasiado en el asunto, han negado que la política haya influido en las decisiones de la institución. En este caso hay absoluto consenso. En lo que no lo hay es en relación al momento en el que la política monetaria debe comenzar el proceso de normalización. Ayer, el presidente de la Fed de Altlanta declaraba que las condiciones económicas actuales justifican una "discusión seria" en torno a si los tipos deberían subir en el encuentro de la Fed de la próxima semana. “Si una inflación del 1,6% y un desempleo del 4,9% fueran lo único que se conoce de la economía, ¿no consideraría uno que seguiría siendo apropiado que los tipos repunten algo por encima del nivel de cero?". No es de la misma opinión el presidente de la Fed de Mineápolis, para el que la reducida inflación y el último informe del empleo sugieren que no parece haber una gran urgencia por subir los tipos de interés.