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La reducción en las tasas de comisión y el aumento del uso de tarjetas en comercios

Por Agencia
miércoles 14 de agosto de 2024, 17:50h

En los últimos años, la manera en que los comerciantes manejan las transacciones financieras ha cambiado considerablemente. Los métodos de pago han incentivado un uso cada vez mayor de tarjetas, impulsando a los bancos a adaptar sus estructuras de comisiones para mantenerse competitivos y atractivos para los establecimientos comerciales.

Las tasas de comisión y el uso de TPVs

La comisión media que se cobra a los comerciantes por el uso de terminales de punto de venta (TPV) ha disminuido sustancialmente, reflejando una adaptación al incremento en el uso de tarjetas. En el primer trimestre de 2024, la comisión media fue de solo el 0,37%, una ligera disminución en comparación con el 0,38% de 2023, según datos del Banco de España. Este ajuste, aunque modesto, es parte de una tendencia a largo plazo que muestra una reducción drástica desde 2002, cuando la tasa media era del 1,59%.

Además de ser ampliamente aceptadas en comercios físicos, las tarjetas están siendo cada vez más utilizadas en plataformas online, como sitios de casino. La conveniencia y seguridad que ofrecen los pagos con tarjeta facilitan las transacciones rápidas, esenciales en juegos que operan en tiempo real como el póker y otros juegos de cartas.

Esta practicidad también se extiende a las diversas ofertas y promociones que las plataformas de juego ofrecen para atraer a nuevos jugadores. Incluso cuando se trata de bonos sin depósito, los pagos con tarjeta de crédito son ampliamente utilizados por los jugadores para apostar en tiempo real en juegos de cartas como el póker (fuente: https://www.techopedia.com/es/juego/poker/bonos-poker/sin-deposito).

El uso de TPVs también se ha popularizado y se ha convertido casi en una exigencia en el mercado actual. El volumen de transacciones con tarjetas se ha duplicado solo en los primeros tres meses de 2024, con 2.132 millones de operaciones registradas. Este aumento demuestra un cambio en el comportamiento del consumidor, pero también refleja la confianza de los comerciantes en la seguridad de este método de pago.

La evolución hacia la disminución de las comisiones y la implementación de tecnologías más seguras en las tarjetas, como la eliminación de las bandas magnéticas y la incorporación de sistemas de biometría, subraya el compromiso continuo con la seguridad y la eficiencia en las transacciones. Estos avances son un reflejo de cómo el sector bancario adapta sus servicios para responder a las necesidades de seguridad y conveniencia de los comerciantes y consumidores.

El impacto regulatorio del sector y otras innovaciones

La seguridad, la rapidez y la comodidad de los pagos electrónicos, como los realizados con tarjetas de crédito y débito, son altamente valoradas por los jugadores, quienes frecuentemente optan por recargar sus cuentas de juego a través de estos métodos. Esto se facilita por la presencia de sistemas de pago seguros que garantizan la protección de los datos de los usuarios y la eficiencia en las transacciones.

Aunque no existe una regulación específica que obligue a los comerciantes a aceptar tarjetas, la competitividad del mercado y las ventajas operativas incentivan naturalmente esta práctica. Bancos como Unicaja y Banco Santander han innovado al ofrecer condiciones más ventajosas para los comerciantes, como tarifas planas y beneficios adicionales, lo que refuerza el uso de los TPVs.

Aunque el número de cajeros automáticos ha disminuido, situándose en 37,996 unidades en el segundo semestre de 2023, lo que representa un descenso del 1.8% respecto al año anterior, el uso de tarjetas sigue creciendo notablemente. En el mismo periodo, los pagos con tarjeta aumentaron un 15.6%, alcanzando los 4.100 millones de operaciones​. Eso sugiere una continua evolución hacia una economía cada vez más digitalizada y menos dependiente del dinero físico.

Esta tendencia se ve acompañada de un incremento en las transacciones de pago con dinero electrónico, que experimentaron un aumento del 33.3%, sumando 116.9 millones de operaciones. Además, la caída del número de retiradas de efectivo de un 31.25% es un reflejo directo del aumento en el uso de métodos de pago alternativos.