Un reciente informe sobre el perfil de los jugadores de riesgo mayores de edad ha revelado datos alentadores: una abrumadora mayoría de los jugadores no presentan síntomas según los criterios del DSM-V. Este análisis, que desglosa el comportamiento de los jugadores a través de diversas categorías, ofrece una visión clara de los factores de riesgo y los grupos más vulnerables dentro del panorama del juego.
Distribución del Riesgo: Una Realidad Alentadora
El análisis muestra que el 97.99% de los jugadores no muestran síntomas de problemas de juego, mientras que solo un 2.01% presentan síntomas. Este resultado sugiere que la incidencia de problemas graves relacionados con el juego es relativamente baja en la población general de jugadores, lo cual es una buena noticia para la industria del juego y las autoridades reguladoras, ya que indica que la mayoría de los jugadores participan de manera responsable.
Tipo de Jugador: Loterías vs. Otros Juegos
El estudio diferencia entre jugadores que participan exclusivamente en loterías y aquellos que juegan a otros tipos de juegos. Los datos indican que los jugadores de loterías tienen una menor incidencia de síntomas (0.60%) en comparación con los jugadores de otros tipos de juegos (8.15%). Esto podría deberse a la naturaleza del juego de lotería, que suele tener menos frecuencia y menor interacción continua, lo que puede contribuir a un menor riesgo de desarrollar problemas de juego. Además, los jugadores pueden percibir las loterías como una forma menos riesgosa de juego debido a su formato y estructura, lo que podría influir en su comportamiento y reducir la incidencia de síntomas.
Canal de Juego: Presencial vs. En Línea
Extraido del Estudio Prevalencia del Juego, DGOJ.
Los jugadores presenciales presentan una menor incidencia de síntomas (1.77%) en comparación con los jugadores en línea (11.54%). Esto sugiere que el juego en línea está asociado con un mayor riesgo de desarrollar problemas de juego. Esta diferencia puede explicarse por la accesibilidad, el anonimato y el fácil acceso a métodos de pago digitales, que minimizan la barrera y aumentan la privacidad de las transacciones, como lo son métodos de pago como Bizum, un método de pago creciente desde el 2016, que hoy por hoy es altamente usado para hacer depósitos en un casino con Bizum. Adicionalmente, el juego en línea, permitiendo a los jugadores participar las 24 horas del día sin restricciones físicas, lo que puede fomentar un comportamiento de juego más impulsivo y frecuente. Además, las plataformas en línea a menudo utilizan estrategias de marketing agresivas y promociones que pueden incentivar un mayor gasto y juego continuo, aumentando el riesgo de problemas.
Diferencias de Género y Edad en el Comportamiento de Juego
En términos de género, los hombres presentan una mayor incidencia de síntomas (2.87%) en comparación con las mujeres (1.09%). Esto puede deberse a varios factores, incluyendo diferencias en el comportamiento de riesgo y patrones de juego entre hombres y mujeres. Los hombres pueden ser más propensos a asumir riesgos en general, lo que podría explicar su mayor incidencia de síntomas relacionados con el juego. Es posible que los hombres participen más frecuentemente en juegos de alto riesgo, mientras que las mujeres podrían preferir formas de juego más controladas y menos frecuentes.
En cuanto a la edad, los datos muestran que los jugadores de 26 a 35 años tienen la mayor incidencia de síntomas (4.33%), seguidos por los de 18 a 25 años (3.53%). Los jugadores mayores de 65 años tienen la menor incidencia de síntomas (0.85%). Este patrón sugiere que los adultos jóvenes pueden estar en una etapa de la vida donde el comportamiento de riesgo es más común, y pueden tener menos responsabilidades financieras y familiares, lo que facilita el juego frecuente. Además, los jugadores más jóvenes están más expuestos a la tecnología y las plataformas de juego en línea, lo que puede aumentar su riesgo de desarrollar problemas de juego debido a la facilidad de acceso y la alta frecuencia de juego.
Estado Civil: La Influencia del Apoyo Social
El estado civil también parece influir en la incidencia de síntomas. Los casados tienen la menor incidencia de síntomas (1.20%), mientras que los solteros (3.38%) y los separados (3.20%) muestran tasas más altas. Los viudos (1.32%) y los divorciados (3.36%) presentan una incidencia intermedia. Esto puede deberse a que las personas casadas tienen un mayor apoyo social y estabilidad, lo que podría ayudar a mitigar los riesgos asociados con el juego. Por otro lado, los solteros, separados y divorciados pueden experimentar niveles más altos de estrés y menos apoyo emocional, lo que podría llevarlos a utilizar el juego como una forma de escape.
Síntomas Específicos del Juego Problemático
El informe también detalla varios síntomas específicos relacionados con el juego problemático, como el uso del juego para escapar de problemas, la interferencia del juego en la vida diaria, mentir sobre el tiempo o dinero gastado en juegos, y la necesidad de apoyo financiero debido al juego.
Los síntomas menos reportados incluyen la interferencia y la necesidad de apoyo financiero, mientras que la preocupación y el esfuerzo por recuperar pérdidas son más comunes. Estos síntomas sugieren que muchos jugadores utilizan el juego como una forma de evadir problemas o preocupaciones, aunque en la mayoría de los casos, los problemas de juego no interfieren significativamente en la vida diaria de los jugadores.
Dirigiendo Esfuerzos Hacia una Prevención Eficaz
Este análisis ofrece una visión detallada y clara del perfil de los jugadores de riesgo, destacando que la gran mayoría no presenta síntomas significativos. Sin embargo, existen diferencias notables según el tipo de juego, el canal de juego, el sexo, la edad y el estado civil. Estos datos pueden ayudar a dirigir esfuerzos de prevención y tratamiento hacia los grupos más vulnerables y a entender mejor los factores que contribuyen al desarrollo de problemas relacionados con el juego.
El informe subraya la importancia de seguir monitoreando el comportamiento de los jugadores y de desarrollar estrategias específicas para reducir los riesgos asociados al juego, especialmente en los grupos identificados como más vulnerables. Esto incluye considerar intervenciones específicas para los jugadores en línea, los hombres jóvenes y las personas con menor apoyo social. Además, se sugiere fomentar el juego responsable y proporcionar recursos de apoyo a aquellos que muestren síntomas de juego problemático.
La implementación de programas de educación y concientización sobre el juego responsable, así como el acceso a recursos de apoyo y tratamiento para aquellos que lo necesiten, serán esenciales para mantener la incidencia de problemas de juego bajo control. La colaboración entre la industria del juego, las autoridades reguladoras y las organizaciones de salud mental puede contribuir significativamente a mitigar los riesgos y a promover un entorno de juego más seguro y responsable para todos.