Mejor, imposible. O casi. Porque el cada vez más destacado Festival Internacional de Jazz de Madrid se supera en la edición de este año. No sólo con una serie de conciertos de grandes estrellas, sino más, mucho más. Porque en el sumatorio de su programación entran también muchos otros actos relacionados con la música más libre y liberada que existe... pongamos que se habla/escribe del jazz. En definitiva, un mes de noviembre con la capital de España convertida en capital mundial del jazz.
Programación difícilmente superable y casi imposible superable la de esta edicón 2020 de un Festival que, además, hace una apuesta definitiva por el jazz local.Naturalmente, a base de conciertazos -nunca mejor utilizado el aumentativo- a los que se suma proyeciones cinematográficas, teatro, conferencias, charlas coloquio, debates, exposiciones y más, mucho más a partir del día 5 y hasta el 29 de este mes de noviembre.
De este modo, el tópico se convierte en una realidad palmaria: el jazz se encuentra y reencuentra en grado máximo en Madrid. Y es que serán prácticamente treinta días dedicados al trabajo de músicos que rebuscan en el territorio de sus propias emociones, y de ellas hacen lenguaje; que eso, a fin de cuentas, es lo que hizo del jazz una filosofía de la música desde sus orígenes.