A pesar de que las potencias occidentales y la OTAN han concluido que el misil que impactó en Polonia provocando 2 muertos en una aldea era de origen ucraniano, en concreto de una defensa antiaérea contra los rusos, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, se empeña en desmentirlo.
En solitario, y con todos los aliados occidentales prácticamente ignorándole, Zelensky insistió en que su país "necesariamente" debe participar en el trabajo del equipo de investigación conjunto para descubrir las circunstancias de la caída del cohete en territorio de Polonia.
Lo dijo durante un encuentro con representantes de los medios de comunicación y afirmó que, según la información de sus fuerzas armadas, "no fue un ataque con misiles del lado ucraniano".
Posibles disculpas
Zelensky cree que sus representantes podrán acceder al lugar del ataque y conocer lo ocurrido sobre el terreno: "Es justo y honesto. Tenemos derecho a estar en un equipo de investigación conjunto. Según cualquier norma, diplomacia... sobre todo porque todos somos socios".
Según el mandatario, Ucrania quiere intercambiar información con los socios occidentales y obtener pruebas para participar en la investigación, y cree que solo entonces así "sería posible sacar conclusiones". "Somos un país justo. Y si fue el uso de nuestra defensa antiaérea y se encontraron algunos restos en el territorio de Polonia, quiero ver esa prueba. Si algunos escombros mataron a estas personas, debemos disculparnos. Somos gente honesta", explicó.
Misil perdido
Zelensky también reveló que la caída de ese misil en Polonia coincidió con la caída de otros proyectiles rusos en su territorio, y no descarta, en las labores de defensa con su armamento, "algunos escombros volaran a gran velocidad".
Sin embargo, sobre esta teoría de que eran restos de un misil, expuso: "El diámetro es de 20 metros, la profundidad es de 5 metros. ¿Puede ser de los restos de un misil perdido o no? Tengo mi propia opinión. Creo que es un misil ruso, porque confío en el informe de los militares".
La guerra en Ucrania ha estado a punto de vivir un punto de inflexión esta semana con una situación inédita tras el impacto de un misil en territorio polaco. Y es que Polonia estuvo a punto de invocar la intervención de la OTAN tras unas primeras conclusiones apresuradas que apuntaban a Rusia como responsable del impacto.