Después de que Ursula von der Leyen abriera la puerta a que las personas que busquen solicitar asilo en la Unión Europea sean primero retenidas en terceros países, el primer ministro de Albania, que ya ha alcanzado un acuerdo en este sentido con Italia, ha admitido este martes que varios países se han puesto en contacto con ellos para lograr ese tipo de pactos.
En una comparecencia al lado del comisario húngaro Olivér Várhelyi y al ministro de Exteriores de ese mismo país, Edi Rama ha admitido que "otros países nos han preguntado, pero Albania ha dicho que no". Sin dar nombres, el primer ministro albanés ha asegurado que ha aceptado el acuerdo con Italia porque es un país con el que mantiene una relación muy estrecha, y ha subrayado la ayuda que desplegó Italia para ayudar a Albania después del terremoto que sacudió a ese país en 2019.
También ha dicho que este pacto puede ayudar a Albania en su proceso de adhesión a la Unión Europea. "Que sea el primer ministro más alto de Europa no me hace olvidar que represento a uno de los países más pequeños", ha ironizado Rama, quien ha admitido que en todo caso es consciente de que un país que, como el suyo, quiere entrar en la Unión Europea, tiene que asumir muchas responsabilidades. "Esto no es un menú, aunque no te guste el sabor a veces tienes que tomarte el plato. No encontrarán un aliado más leal en la Unión Europea que Albania", ha terminado.
Política a largo plazo
Las palabras de Rama dejan la puerta abierta a que ese pacto con Italia, y la línea marcada por la carta de Von der Leyen, se convierta en una política a largo plazo en la que participen más países. Y es que otros países balcánicos como Bosnia, Serbia, Montenegro o Macedonia del Norte también buscan entrar en la Unión Europea, y Rama piensa que esta política migratoria puede jugar un papel importante en el proceso de adhesión.
"Lo que haya que desarrollar sobre este modelo deberá hacerse a una escala más grande entre la Unión Europea y los Balcanes Occidentales", ha señalado Rama, "y por eso es tan importante que la Unión Europea y los países de los Balcanes trabajen juntos".
La UE defiende "acelerar los retornos"
En la rueda de prensa de este mediodía, varios portavoces de la Comisión Europea han apostado por este giro a la derecha en la política migratoria derivado de la carta de Ursula von der Leyen, que a la que han definido como "muy clara y precisa". Según el portavoz Eric Mamer, la Unión se muestra interesada en llegar a acuerdos con terceros países para crear "centros desde los que poder enviar de vuelta a sus países de origen a quienes no hayan recibido el asilo en la UE", olvidando en el argumento que ya esa petición la realizan fuera del territorio comunitario.
Otra portavoz, Anitta Hipper, ha admitido que Von der Leyen ha "iniciado un proceso de reflexión para los 27 países miembros"; ya que son ellos los que van a tomar la decisión final que comenzarán a debatir ya en el Consejo Europeo que se celebra estos próximos jueves y viernes. "Como parte de una política de asilo funcional, aquellos que no tengan derecho a estar en la Unión deberán regresar. Tenemos que hacer más progresos porque ahora mismo la regulación no permite a la Unión Europea tomar una decisión en este sentido".
El acuerdo con Italia
El acuerdo entre Italia y Albania remarca que las personas que quieran solicitar asilo en el país transalpino quedarán retenidas previamente en dos centros de detención construidos a tal efecto en el país balcánico. Albania va a poder retener así a unas 36.000 personas al año en unos centros pagados por Italia y cuya vigilancia exterior va a depender de su socio balcánico. Eso sí, niños y mujeres embarazadas no podrán ser retenidos en estos centros.
Desde ese lugar, las autoridades italianas van a decidir a quién permiten y a quién no entrar en su territorio en un tipo de actuación que para organizaciones como Amnistía Internacional "según el derecho internacional, la detención automática es intrínsecamente arbitraria y, en consecuencia, ilegítima".
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