En los últimos días, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) diera la alerta por viruela del mono y declarara el miércoles la emergencia sanitaria internacional, la población mundial ya ha iniciado las comparaciones.
Comparaciones que pasan por hablar de la covid-19, la enfermedad por coronavirus que paralizó el mundo entero en 2020 y que estuvo al menos 2 años siendo la gran preocupación global.
Pero esta nueva alerta sanitaria, ahora por viruela del mono (mpox), estaría siendo algo desmedida. Entre otras cosas porque, además de haber generado infinitamente muchos menos casos y ser mucho menos letal, hay una gran diferencia...
Y es que al contrario de lo que ocurrió con la covid, una enfermedad respiratoria completamente nueva para la humanidad, la viruela del mono ya es conocida y existe una vacuna desde hace tiempo.
Es cierto que preocupa la nueva variante de mpox que se ha localizado en Europa, como el reciente caso localizado en Estocolmo, Suecia, pero realmente los expertos están sólo moderamente preocupados por ello.
La vacuna contra la mpox
El Ministerio de Sanidad español ya ha recordado que los grupos más vulnerables deben solicitar la vacuna en casos en que consideran que puede haber contagios.
De los casos registrados en 2024, el 88,7% correspondieron a personas que no estaban vacunadas o cuyo estado de vacunación era desconocido. El 9,7% de los contagiados había sido vacunado en el contexto actual del brote (la mayoría en 2022, y solo uno en 2024), mientras que el 1,6% había recibido la vacuna durante la infancia.
Según el registro nacional de vacunación, Regvacu, un total de 40.610 personas han sido vacunadas contra el mpox, informa la 'SER', pero únicamente 20.900 han completado la pauta, pese a estar incluidas en el grupo de mayor riesgo. Y es que esa pauta de vacunación incluye 2 dosis.
Sanidad insiste en que las recomendaciones de vacunación actualizadas en julio de 2023 continúan vigentes. Estas recomendaciones priorizan la vacunación preventiva para personas que mantienen relaciones sexuales sin protección, especialmente hombres gays, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres (GBHSH). También se incluyen en esta estrategia a quienes tienen múltiples parejas sexuales, practican sexo en grupo o han tenido infecciones de transmisión sexual (ITS) recientemente.
Asimismo, se recomienda la vacunación a personas con riesgo ocupacional, como el personal sanitario que trabaja en consultas especializadas en atención de ITS/VIH, que atienden a personas con prácticas de alto riesgo.
También están en este grupo el personal de laboratorio que manipula muestras potencialmente contaminadas con el virus, y quienes se encargan de la desinfección de superficies en locales donde se practican relaciones sexuales de riesgo, siempre que no se pueda asegurar el uso adecuado de equipos de protección individual.
Ante la escasez de dosis al comienzo del brote, algunas personas solo recibieron una inyección. Por ello, el Ministerio de Sanidad ha insistido en que es "imperativo" que estas personas se administren la segunda dosis, independientemente del tiempo que haya pasado, ya que no se conoce la duración de la protección que ofrece una única dosis a largo plazo.
Además, el ministerio señaló que la vacunación incompleta con una sola dosis podría enmascarar los síntomas del mpox, dificultando así su detección pero pudiendo contagiar a terceros igualmente.
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