El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó este miércoles una orden ejecutiva que establece nuevos aranceles para automóviles fabricados fuera del territorio nacional.
La medida, que entrará en vigor el 2 de abril, afectará a coches y camionetas con un impuesto del 25% sobre su valor.
El decreto incluyó una disposición temporal que exime de estos aranceles a los componentes procedentes de México y Canadá. Los importadores deberán especificar el porcentaje de piezas estadounidenses en cada modelo, aplicándose el tributo únicamente al valor de las partes fabricadas en otros países.
Trump anticipó que esta política generaría entre 600.000 millones y un billón de dólares en ingresos fiscales durante los próximos 24 meses. Pero también reconoció que los automóviles subirán su valor entre 3.000 y 12.000 dólares. En todo caso, destacó que con estos aranceles se crearán puestos de trabajo porque las empresas querrán traer sus fábricas a suelo estadounidense para evitar los impuestos extra.
También destacó que compañías como Tesla podrían verse beneficiadas o al menos no perjudicadas por la nueva normativa.
Reacciones internacionales
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó su descontento a través de redes sociales: "Los aranceles son impuestos malos para las empresas y peores para los consumidores". Von der Leyen aseguró que buscarían acuerdos negociados que protegieran los intereses económicos europeos.
Canadá también respondió con mayor dureza. El primer ministro, Mark Carney, tildó la medida de "ataque directo" y advirtió sobre posibles represalias no arancelarias.
Japón también estudia acciones, según declaraciones del primer ministro, Shigeru Ishiba: "Consideraremos todas las opciones disponibles".
Estrategia comercial
El mandatario republicano justificó la decisión como parte de su política para relocalizar la producción automovilística. "Si manufacturas tu vehículo en Estados Unidos, no hay aranceles", afirmó durante el acto de firma.
Trump citó como ejemplo positivo los planes de la japonesa Honda para fabricar un nuevo modelo en Indiana en lugar de México.
La administración estadounidense venía preparando esta medida desde febrero, fecha que el propio Trump denominó "el día de la liberación" de EEUU.
Impacto en la industria
Analistas anticipan que estos aranceles podrían acelerar la instalación de plantas extranjeras en suelo norteamericano, aunque también generarían incrementos de precio para los consumidores.
De momento, Trump ha provocado un terremoto en los mercados, con caídas bursátiles tremendas. General Motors cayó un 3,12% y otro 6,18% después del cierre, ya que Trump esperó a que cerrara la bolsa norteamericana para hacer el anuncio. Ford se dejó más de un 4% después de cierre. Tesla cayó un 5,58% y continuó perdiendo tras el cierre.
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