"¿Les gusta mi camión de basura? Es en honor a Kamala y Joe Biden", exclamó el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump en su último mitin.
El ex presidente estadounidense se subió ayer antes de su discurso en Wisconsin a un camión de basura vestido con un chaleco reflectante naranja, amarillo y plateado en un intento de seguir sacando rédito político del desliz de Biden del martes, cuando llamó "basura" a los seguidores republicanos.
Horas después del chiste que el cómico Tony Hinchcliffe hizo en el mitin de Trump en el Madison Square Garden de Nueva York, donde definió a Puerto Rico como "una isla flotante de basura", Biden respondió diciendo que "la única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores".
Defensa de sus electores
Aunque después Biden admitió su error y la candidata demócrata, Kamala Harris, se desmarcó de esas palabras, el equipo republicano salió en tromba para aprovechar el tropezón del actual presidente.
Frente a los periodistas antes de subirse al camión, decorado con el lema de su campaña, 'Make America Great Again' (Hagamos Estados Unidos grande de nuevo), como en el escenario del mitin en Green Bay, Trump repitió el mismo mensaje de defensa de sus votantes: "250 millones de personas no son basura", dijo. Y añadió: "Os podría decir quién es realmente una basura, pero no lo diremos".
Pese a que la Casa Blanca intentó explicar que las palabras de Biden se referían a los seguidores del cómico y no a los votantes republicanos, Trump no desaprovechó la oportunidad de atacar a su rival electoral y vincular a Harris con las palabras del que fuera candidato demócrata antes que ella.
Durante su performance, el magnate neoyorquino reiteró que Biden "ha dicho finalmente lo que él y Kamala piensan realmente" y aseguró que "el comentario lo han hecho realmente los 2, porque ambos son lo mismo".