El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró abierto a la posibilidad de regular el mercado de armas en el país tras los tiroteos del fin de semana en El Paso (Texas) y Ohio. El mandatario dijo incluso haber conversado con senadores de su partido y el poderoso lobby de la Asociación Nacional del Rifle.
Trump condenó la pasada la ideología racista del supremacismo blanco, sospechosa de causar uno de los dos tiroteos masivos que enlutan al país, pero evitó hablar de las armas de fuego y de las acusaciones sobre su retórica incendiaria.