La Organización Mundial de la Salud (OMS) vuelve a estar en alerta tras la irrupción de una enfermedad desconocida en la República Democrática del Congo que ha causado ya unas 60 muertes y cientos de contagiados.
Las muertes se han concentrado en la provincia de Équateur y según la información disponible hay 2 focos en las diferentes aldeas de Basankusu y Bolomba.
A lo largo del mes de febrero se han registrado 60 fallecidos y alrededor de 450 casos, aunque las cifras se actualizan constantemente.
La comunidad científica y la OMS están en vilo ya que la enfermedad es todavía una desconocida. Las muestras analizadas han descartado que se trate de ébola y de la enfermedad de Marburgo. Se sigue investigando para tratar de determinar si podría tratarse paludismo, la fiebre tifoidea, la meningitis o alguna fiebre hemorrágica de origen viral aún no identificada.
Muy letal
La enfermedad está propagándose muy rápido y tiene una gran letalidad, lo que ha encendido las alarmas.
En la zona de Bolomba la letalidad de esta patología ha alcanzado el 67%, por lo que se baraja la hipótesis de una sustancia tóxica desconocida o un nuevo agente infeccioso grave.
Aunque uno de los brotes más nocivos está siendo el de Basankusu, en la aldea de Bombate. De los 419 contagiados reportados, han fallecido 45.
Otro factor preocupante es el tiempo en el que actúa el misterioso agente, pues según los datos obtenidos, cerca de la mitad de las personas infectadas murieron en apenas 48 horas tras desarrollar los primeros síntomas.
Cuadro sintomático
Los sanitarios sobre el terreno han informado de los síntomas habituales de la misteriosa enfermedad:
- Fiebre
- Dolor corporal
- Diarrea
- Vómitos
- Sangrado por nariz y ojos
También se han reportado casos de rigidez del cuello, tos, escalofríos y mucha sudoración.
Según la información que maneja la OMS, no existe ningún vínculo entre ambos brotes (por lo menos de momento), lo que complica la situación.
La Organización ya ha enviado a varios equipos a las zonas afectadas para acelerar los análisis, dar apoyo sanitario e intentar encontrar el origen.
La principal hipótesis es que pueda tratarse de un virus ya que los primeros casos se registraron en niños que comieron murciélago. Pero no se cierran a ninguna opción ya que los focos no tienen conexión alguna.