La primera ministra británica, Theresa May, ha anunciado su intención de posponer la votación del Parlamento británico sobre el acuerdo alcanzado por su gobierno para la salida de Reino Unido de la Unión Europea y ha rehazado la posibilidad de convocar un nuevo referéndum sobre el Brexit.
"Eso supone el riesgo de volver a dividir el país", afirmó la primera ministra británica. "La responsabilidad de este gobierno es cumplir los resultados del referéndum", insistió May en varias ocasiones tras las interrupciones de varios diputados contrarios al 'divorcio' comunitario.
"A pesar de que yo voté por permanecer hay que mantener la responsabilidad", insistió. "¿Si saliera un resultado distinto, no diría la gente que tendríamos que realizar un tercer referéndum?", preguntó retórica. "La gente ha votado, ha decidido y nosotros tenemos que ejecutar su decisión", concluyó.
May anunció que su intención es volver a hablar con los representantes de la Unión Europea sobre cuestiones relativas a la frontera en Irlanda del norte y la permanencia en la Unión Aduanera por ser dos de los asuntos que más controversia suscitan en Reino Unido. No obstante, la Comisión Europea ya advirtió de que el acuerdo de salida negociado con Reino Unido no sería modificado en una sola coma y únicamente estaría abierta a realizar ciertas aclaraciones.
El Consejo de Ministros seguirá debatiendo esta semana y cuando esté más perfilado el asunto -la votación prevista para esta semana auguraba una sonora derrota-, la primera ministra británica volverá a llevarlo al Parlamento Británico para su votación. Sin prisa. La fecha límite es el 21 de enero, recordó May.