Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, ha manifestado este lunes ante el presidente chino, Xi Jinping, su deseo de "resolver las diferencias" que han surgido en el seno de las tensiones arancelarias entre la UE y el gigante asiático. En el marco de una visita oficial a Pekín, ha subrayado la necesidad de una solución negociada porque "una guerra comercial no beneficiaría a nadie".
Sánchez ha asegurado que el compromiso de España está en la necesidad de "buscar soluciones beneficiosas para todas las partes" mediante una negociación basada en un "espíritu de diálogo y de cooperación multilateral".
"Ese es el compromiso y deseo de España", ha dicho Sánchez durante una reunión entre ambos mandatarios que ha se ha celebrado después del Foro España-China, encuentro mantenido con el Consejo Asesor Empresarial de los dos países, del que forman parte 22 firmas españolas y 21 chinas.
Además, el mandatario español ha solicitado al presidente chino una "labor constructiva" para que las relaciones entre el país asiático y la Unión Europea "sean más ricas y equilibradas". Por su parte, Xi Jinping ha dado su confirmación a la invitación a la familia real española para que vayan a la República Popular el próximo año 2025.
Fuentes del Gobierno español han asegurado que Sánchez y su homólogo han tratado con "claridad y franqueza" el encuentro que han mantenido a puerta cerrada en el Palacio de Diaoyutai.
Antes de la reunión entablada con Xi Jinping, Sánchez ha querido expresar ante el primer ministro chino, Li Qiang, su sorpresa por la investigación abierta por ese país al porcino de España y ha hecho una defensa de los altos estándares de este sector.
La investigación por una supuesta competencia desleal abierta por China a determinados productos del cerdo que viene de la Unión Europea, donde España es el primer exportador a ese país, como repuesta a los aranceles que se han impuesto desde Bruselas a los vehículos eléctricos chinos, ha estado presente en la conversación de Sánchez con Li.
China, "preocupada" por los aranceles europeos
Por su parte, Li Qiang ha dejado clara su preocupación por los aranceles europeos a los automóviles eléctricos chinos y ha criticado que se trate de distinta forma a los procedentes de su país que a los que vienen de otras naciones como Estados Unidos o Canadá. Li ha indicado que todas las subvenciones a la industria del automóvil chino están en regla con la Organización Mundial del Comercio.