Los representantes de Rusia y Estados Unidos se han reunido en Riad para acercar posturas de sus respectivos gobiernos y, como telón de fondo, se está tratando las negociaciones de paz en Ucrania.
Aunque no es todavía una negociación formal, los 2 países han manifestado su intención de abordar esta cuestión, algo que Ucrania no ve con buenos ojos si ellos no son uno de los actores principales.
Y es aquí donde entra Europa, que tampoco acepta que sean Rusia y Estados Unidos quienes sienten las bases de los acuerdos de paz e insisten en participar en el debate.
Pero desde Moscú han minimizado el papel de Europa en este campo y las palabras del ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, han levantado ampollas.
El representante ruso ha cuestionado su contribución y ha arremetido contra los valores y los hábitos europeos.
"No sé por qué deberían estar en la mesa de negociaciones. Si van a insinuar algunas ideas astutas sobre la congelación del conflicto mientras ellos mismos, por su costumbre, carácter y hábitos, tienen en mente continuar con la guerra, ¿para qué invitarlos allí?", recalcó en una conferencia de prensa antes de partir hacia Arabia Saudí.
Además, sobre posibles concesiones a Ucrania, aseveró que "fue ya una concesión realizada por los líderes soviéticos durante la formación de la URSS".
Posibles negociaciones con Zelensky
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky se encuentra en la zona, pero ha insistido en que no va a reunirse con personal estadounidense ni ruso, sino que está en el país por otras cuestiones.
Pero desde el Kremlin se han mostrado abiertos a negociar con él aunque con dudas sobre su legitimidad.,
Así lo ha confirmado desde Moscú Dmitri Peskov, portavoz presidencial, insistiendo en que Putin está dispuesto a hablar con el mandatario ucraniano.
Incluso aceptarían la adhesión de Ucrania a la Unión Europea, aunque siguen considerando como amenaza su inclusión en alianzas militares.
Mientras las conversaciones en Riad entre Lavrov y Marco Rubio continúan con los ojos puestos por un lado en el tema de Ucrania y por otro, en un posible futuro encuentro entre Donald Trump y Putin.