El Kremlin ha tenido que salir al paso de los rumores que apuntaban que el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, iba a entregar mensajes del presidente ruso, Vladímir Putin, al aspirante a la Casa Blanca Donald Trump, durante la reunión que ambos han celebrado en Estados Unidos. Así lo ha señalado el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, quien ha asegurado que "no se entregaron mensajes, ni escritos ni orales".
Peskov ha contestado también negativamente a la pregunta sobre si Orbán había informado a Putin, con el que se entrevistó el pasado 5 de julio, sobre su intención de visitar próximamente a Trump. "No, el señor Orbán no informó a Putin sobre esos planes", ha subrayado.
El primer ministro húngaro tuvo una reunión el jueves con el ex presidente estadounidense en su club privado de Mar-a-Lago para avanzar en su agenda de lograr un acuerdo de "paz" entre Ucrania y Rusia. Desde que Hungría ha tomado el mando de la presidencia del Consejo de la Unión Europea, Orbán ha mantenido reuniones con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, así como Vladímir Putin, cuya reunión obtuvo fuertes críticas por parte del resto de estados miembros de la UE.
"Fue un honor visitar a Trump (...) discutimos maneras de llegar a la paz. La buena noticia es que él lo resolverá", ha indicado Orbán en su cuenta oficial de la red social X, junto con una imagen suya y del ex mandatario.
Las acciones de Orbán "han causado grandes daños"
"El primer ministro húngaro ya ha causado grandes daños durante los primeros 12 días de la presidencia rotatoria de su país en la UE", ha dicho la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock. "Tenemos que ver cómo la presidencia húngara del consejo continúa", ha comentado un portavoz del ministerio germano cuando se le preguntó cómo planeaba Berlín responder a las últimas visitas diplomáticas de Orban.
El encuentro con Trump se ha celebrado apenas una semana después de que Orbán se reuniera con Putin y tuviera otro encuentro con el líder chino, Xi Jinping. Ya el pasado marzo, Trump y Orbán estuvieron juntos en Mar-a-Lago, donde estudiaron los mecanismos para restablecer la paz en Europa y acabar finalmente con la guerra en Ucrania. Un conflicto bélico que, según comentó Orbán en el pasado, no habría ocurrido de haber seguido Trump en la Casa Blanca.
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