Marine Le Pen, líder ultraderechista de Agrupación Nacional de Francia, se va a sentar desde este lunes en el banquillo de los acusados por un presunto desvío de 6,8 millones de euros del Parlamento Europeo para financiar su partido político en la época en la que era eurodiputada, un juicio que podría acabar con sus opciones de presentarse por cuarta vez a la carrera por el Elíseo en 2027.
La actual cabeza de los parlamentarios de extrema derecha en la Asamblea Nacional ha sido acusada, junto a otras 26 personas, por haber pagado con dinero de la Eurocámara a personal que trabajaba para el partido, mientras se les hacía pasar por asistentes parlamentarios de Bruselas, entre 2004 y 2016. Un delito por el que podría ser condenada hasta 10 años de prisión, un millón de euros de multa y 10 años de inhabilitación, lo que pondría en suspenso su ambición de convertirse en la primera presidenta de Francia.
Marine Le Pen ha señalado este lunes sentirse muy serena al inicio del proceso en el que se le juzga y ha subrayado que confía en la Justicia y en que es inocente. "Tenemos un montón de argumentos para defender lo que creo que es la libertad parlamentaria, que es lo que se discute en este asunto", ha indicado Le Pen en declaraciones a la prensa a la entrada del Tribunal Correccional de París.
Ella y el resto de los acusados van a tener tiempo, en los 2 meses que durará el juicio, según sus propias palabras, de "demostrar que no se violó ninguna regla, es decir, ninguna regla política y ninguna regla del reglamento del Parlamento" Europeo.
En otras ocasiones Le Pen había manifestado sentirse perseguida por la justicia, a la que critica por tratar de frenar su asalto al poder que los sondeos dan como posible después de un constante ascenso electoral en los últimos años que le llevó a ser la opción más votada en las pasadas legislativas con más de 10 millones de sufragios.
Su entorno ha indicado que Le Pen va a acudir de forma regular al tribunal y que no se va a escudar en sus abogados, pese a que el juicio coincide con toda la actualidad política, incluidos los primeros pasos del nuevo Gobierno dirigido por Michel Barnier cuya supervivencia estará vigilada por la extrema derecha.
Una "trama" para atribuir a la Eurocámara los gastos del Frente Nacional
10 años de investigación y casi 2.500 pruebas han sacado a la luz lo que la acusación ha calificado como "una trama para atribuir al Parlamento Europeo buena parte de los gastos del Frente Nacional", rebautizado posteriormente como Agrupación Nacional.
El dinero que la Eurocámara da a cada eurodiputado para pagar a sus asistentes parlamentarios se utilizaba en realidad para retribuir a empleados del partido, según la Fiscalía, que ha juntado testimonios, mensajes internos y otras pruebas para sostener a la acusación.