El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado que va a nombrar al sustituto de Michel Barnier en la jefatura de Gobierno en las próximas 48 horas, un horizonte temporal que ha dado este martes a los interlocutores políticos con los que se ha reunido para conseguir tejer una red de apoyos más sólida que la del anterior Ejecutivo, que fue depuesto tras una moción de censura.
Macron ya dijo el jueves, en un discurso a la nación, que iba a dar a conocer al nombre en cuestión de "días", dejando claro de esa manera que no pensaba esperar semanas como ya hizo después de las elecciones legislativas de julio. Este martes ha acortado los tiempos para asegurar que va a dar el paso "en 48 horas", según fuentes consultadas por France info, 'Le Parisien' y BFM TV.
El presidente ha vuelto a reunirse en el Elíseo con socialistas, ecologistas y comunistas, después de dejar fuera de nuevo de las consultas a La Francia Insumisa (LFI). El anterior candidato presidencial de este partido, Jean-Luc Mélenchon, ha criticado en las redes sociales que sus compañeros del Nuevo Frente Popular (NFP) se hayan prestado a "negociar con las derechas". "Una vuelta al pasado", ha subrayado.
El líder del Partido Socialista, Olivier Faure, ha vuelto a sacar a colación la "ventaja" política de la izquierda, el bloque con más escaños en la Asamblea Nacional, para solicitar un gesto a Macron. "Reivindicamos que el primer ministro sea de izquierda", ha remarcado Faure en declaraciones a los medios.
Le Pen lamenta el "desprecio" de Macron
El presidente ya había renunciado a encomendar a la izquierda la dirección del Gobierno después de los anteriores comicios con el argumento de que no iba a aguantar frente a la oposición, pero en la ronda actual de contactos ha vuelto a tender puentes con esta familia política en detrimento de la ultraderecha.
La jefa de filas de Agrupación Nacional en la Asamblea, Marine Le Pen, ha considerado un "desprecio" de Macron el que no les haya consultado, aunque ha asegurado que esto implica que el presidente les está concediendo "la medalla de la oposición". Así, ha querido distinguir a su formación de lo que ha calificado como un "partido único".