La cadena de televisión 'Al Jazeera' ha denunciado este domingo que soldados israelíes armados han entrado en sus oficinas en Ramala, en la Cisjordania ocupada, y han incautado y destruido sus equipos, acorde a un informe que ha publicado el jefe de la oficina de la cadena catarí, Walid al-Omari.
"Los soldados están confiscando el equipo a pesar de que la orden solo se refiere al cierre de la oficina", ha asegurado Al Jazeera en su reporte.
Un soldado israelí ha comentado al periodista Walid al-Omari: "Hay una orden judicial de cierre de Al Jazeera durante 45 días", ha dicho el canal, citando la conversación, que ha sido retransmitida en directo.
"Le pido que coja todas sus cámaras y abandone la oficina inmediatamente", ha proseguido el soldado.
La cadena, conocida por su cobertura de los bombardeos a hospitales, ataques contra edificios residenciales y la muerte de civiles desarmados en Gaza, también ha anunciado que durante el allanamiento, esta pasada madrugada, los soldados han quitado un cartel de la periodista Shireen Abu Akleh, quien fue asesinada hace 2 años por un soldado israelí mientras estaba cubriendo una redada militar en Cisjordania. Este hecho causó condenas a nivel internacional y subió las tensiones entre Israel y el canal.
El canal dice que tomará "medidas legales para defender sus derechos"
"Estas medidas represivas tienen como objetivo impedir que el mundo vea la realidad de la situación en los territorios ocupados y la guerra en Gaza. La continua supresión de la prensa libre por parte de Israel tiene como objetivo ocultar sus acciones en la Franja de Gaza y Cisjordania ocupada", explica la nota publicada por el jefe de la oficina de Al Jazeera en Ramala.
El canal ha indicado al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como responsable por la falta de "seguridad de sus periodistas" y ha manifestado que tomarán "medidas legales para defender sus derechos".
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina y el Gobierno de Hamás han hecho una condena sobre el cierre de la oficina en Ramala, llamándolo como una violación del derecho internacional, mientras que Reporteros sin Fronteras (RSF) también ha dejado claro su rechazo a estas acciones.
Israel alegó que su cobertura representaba "una amenaza a la seguridad"
El comunicado también pide a los sindicatos de prensa y organismos mediáticos a condenar este acto, y hace un llamado a periodistas y medios de comunicación de todo el mundo a que se solidaricen con Al Jazeera en defensa de la libertad de prensa.
Esta incursión militar se produce 4 días después de que la Oficina de Prensa del Gobierno israelí (GPO) quitara los carnés de prensa de los periodistas de Al Jazeera en el país. Esta medida va acorde con la decisión de mayo de prohibir el canal en Israel, sosteniendo que su cobertura representaba una amenaza a la seguridad nacional.