El Ejército de Israel sigue demostrando que es capaz de mantener distintos frentes abiertos sin que eso traiga una reducción de la intensidad de sus bombardeos ni el abultado número de víctimas que provocan a su paso. Pese a que Netanyahu y sus soldados afirman de forma oficial que tratan de minimizar las muertes de civiles, hace meses que los datos y las imágenes que llegan son prueba de todo lo contrario. En las últimas horas, casi 200 personas han sido asesinadas por los bombardeos israelíes en Líbano y Gaza.
Por un lado, los ataques sobre el país vecino crecen, todo ello bajo la intención de acabar con Hezbolá. La milicia chíi ha nombrado este martes a su nuevo líder, Naim Qassem, quien releva en el cargo a Hasan Nasrallah, asesinado en un ataque sorpresa de Israel el pasado 27 de septiembre. En paralelo, un ataque hebreo ha dejado al menos 67 muertos y otros 58 heridos, en unos datos todavía provisionales y que se espera que suban.
La ofensiva de Israel ha estado focalizado esta vez en el valle de Becá, que se sitúa al este del país y haciendo frontera con Siria. Se trata de una región que ha sufrido este martes su jornada más mortífera desde el comienzo de las tensiones hace un año. "Son solo los cadáveres que han sido extraídos de los escombros, todavía no tenemos un balance final", ha asegurado a Reuters el gobernador del distrito, Bachir Jodor.
De esta forma, el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad libanés ha dado un balance desglosado con el número de víctimas en las localidades afectadas por los bombardeos, señalando que los municipios más afectados han sido Al Alaq, con 16 muertos, y Al Hafer, con 10 fallecidos, los 2 en Baalbek Hermel.
A la vez que sucedía este ataque, los proyectiles que los soldados hebreos han decidido arrojar sobre un edificio residencial en la localidad de Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, han asesinado al menos a 93 palestinos, incluidos 25 niños. Se trataba de un bloque de 5 plantas en el que se encontraban "cientos de civiles desplazados", según las autoridades sanitarias.
Los hospitales, objetivos de Israel
Poco tiempo después del bombardeo, los medios locales han informado de un ataque aéreo contra las inmediaciones del hospital Kamal Adwan, también en Beit Lahia, al que ya habían llegado algunos afectados por el bombardeo. Se trata de un ataque israelí contra los 3 principales hospitales del norte de Gaza, impidiendo en esta ocasión que decenas de heridos puedan ser atendidos por culpa de la falta de medios y médicos para ello. Además, hay más de 40 desaparecidos entre los escombros del edificio.
"El Ejército de ocupación (israelí) sabía que en este edificio residencial había decenas de civiles desplazados, y que la mayoría de ellos eran niños y mujeres", critican desde el Ejecutivo de Gaza. "El sistema de trabajo de Defensa Civil ha sido completamente desmantelado por la agresión israelí en el norte de Gaza, el arresto de sus trabajadores y el desplazamiento de otros", piensa el portavoz de dicho servicio de emergencias, Mahmud Basal.
Los impactantes vídeos que han salido después de la "masacre", en términos usados por las autoridades palestinas, enseñan a decenas de cadáveres envueltos en mantas colocados junto a la maraña de escombros del edificio atacado.
Sin embargo, este no ha sido el único ataque con civiles muertos en las últimas horas sobre la Franja. Durante la noche, el Ejército de Netanyahu ha atacado otras 2 viviendas en Beit Lahia, matando a al menos 7 personas, según recoge Wafa, que además ha advertido de un incendio causado por el Ejército, sin especificar si fueron las tropas o un proyectil, contra la escuela Al Fajoura, que está vinculada a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).
Como conclusión, el balance de muertos hasta el momento es demoledor. Incluidos los más de 100 muertos de este martes, 43.020 palestinos han sido asesinados en una Franja de Gaza devastada, siendo la mayoría mujeres y niños, y otros 101.110 han resultado heridos, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad del enclave. Por su parte, el Gobierno de Líbano habla de más de 2.700 los muertos y cerca de 12.500 los heridos a causa de los ataques ejecutados por Israel desde el 8 de octubre de 2023, después de que el partido-milicia comenzara el disparo de proyectiles en apoyo a los grupos palestinos.