Un informe del Departamento de Estado del Gobierno de Joe Biden ha señalado que Israel ha utilizado armas contra Gaza de forma "inconsistente" con el derecho internacional humanitario.
El dossier se ha entregado este viernes al Congreso tras varios días de retraso. Pese a que se califica de "inconsistente" contra el derecho los ataques de Israel, el documento recoge también que no se ha encontrado información suficiente para paralizar el envío de armamento al Ejecutivo de Benjamin Netanyahu.
El informe es la evaluación más detallada desde octubre sobre la conducta de Israel sobre Gaza.
Cabe destacar que no se concluye que Israel haya violado el derecho internacional ni las reglas que el gobierno estadounidense impone para la venta y envío de armamento a cualquier país.
Dudas sobre el uso de las armas enviadas
Aunque no es un cambio de postura radical o una acusación de violación de derechos humanos por parte de Israel, es un toque de atención y un cambio significativo en el apoyo de EEUU, que hasta ahora era incondicional.
El Departamento de Estado ha remarcado que aunque Israel dispone de "el conocimiento, la experiencia y las herramientas" para evitar la muerte de civiles; los resultados sobre el terreno despiertan "sustanciales interrogantes".
Han recordado el elevado número de víctimas, por lo que se pone en duda si se está usando el armamento militar enviado por EEUU "de forma efectiva".
Pese a los indicios, concluyen que no hay suficiente "información" para determinar que haya una violación del derecho internacional y tampoco pueden asegurar que Israel haya obstaculizado la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
Joe Biden frenó hace unos días el envío de armas a Israel ante la postura de Netanyahu sobre invadir Ráfah, pero este informe fue solicitado por él mismo en febrero, por lo que la decisión de paralizar el suministro de armas es ajena a este documento.
Mientras, la situación en Gaza sigue siendo crítica con más de 30.000 civiles muertos, aunque el apoyo a Palestina a nivel internacional va creciendo.
La última votación en la Asamblea de la ONU para mejorar el estatus de Palestina ha arrasado.