Los combatientes de Hezbolá de Líbano sufrieron un ataque sin precedentes que ocasionó más de 3.000 heridos en el país y 9 muertos, entre ellos 1 niño.
El Gobierno de Líbano acusó rápidamente a Israel del ataque, pues llevan meses de tensiones por el conflicto en Palestina.
Durante la tarde del martes, los dispositivos buscapersonas (conocidos como 'buscas') de multitud de combatientes del grupo chií, detonaron de forma simultánea. La oleada de explosiones causó miles de heridos y 8 muertos, entre los que está el hijo de un diputado de la organización.
La formación chií ha advertido hoy que la "masacre israelí" tendrá una respuesta "específica" y que pese al golpe, seguirá apoyando la "resistencia de Gaza y de su pueblo" y seguirá defendiendo "el Líbano, su pueblo y su soberanía". Así lo han informado en un comunicado.
Irán lo califica como atentado terrorista
La detonación de cientos de 'buscas' a la vez ha sido catalogada por Irán como "un acto terrorista y un asesinato en masa".
De hecho, el embajador de Irán en Líbano resultó herido, aunque se encuentra bien y sin heridas de gravedad.
"La operación terrorista en el Líbano se llevó a cabo como una continuación de las operaciones combinadas del régimen sionista (Israel) y sus agentes mercenarios, y es contraria a todos los principios morales y humanitarios, al derecho internacional, y esta sujeto a procesamiento, juicio y castigo penal internacional", ha criticado el ministro de Exteriores iraní, Naser Kananí.
Irán es aliado de Líbano, por lo que este ataque ha sido duramente condenado y ha incrementado todavía más la tensión en toda la zona, ya de por sí con un ambiente cada vez más hostil.
El ataque ha supuesto la mayor brecha de seguridad de la formación. Desde hace unos meses los combatientes no usaban el teléfono para evitar ser localizados por Israel y en su lugar utilizaban los 'busca', sin conexión a internet. Los aparatos fueron intervenidos y explotaron a la vez. Se desconoce el número total de detonaciones, pero podrían ser miles.