El gobierno de Giorgia Meloni sigue arremetiendo contra el aborto y está trabajando para sacar adelante una medida que creará bastante controversia.
Según ha adelantado RTVE, uno de los últimos planes para combatir el aborto de la primera ministra italiana pasa por pagar una mensualidad a las mujeres que rechacen seguir adelante con la interrupción de su embarazo.
El Ejecutivo está trabajando para abonar 1.000 euros al mes a las madres que decidan continuar con su embarazo.
Una cantidad que, según la información que maneja RTVE, se mantendría durante 5 años si renuncian al aborto.
Contra el aborto y contra la gestación subrogada
El aborto es una de las cruzadas personales de Meloni y poco a poco va logrando acotarlo.
De hecho, en la última reunión del G-7 consiguió que en el comunicado conjunto no se mencionase de forma explícita el derecho al aborto.
Aunque de momento ha asegurado que no planea derogar la ley que permite abortar a las mujeres italianas, pero se ha puesto como primer objetivo disminuir las cifras.
En la actualidad alrededor de 60.000 mujeres italianas deciden abortar cada año, un número que Meloni quiere reducir a toda costa con unos métodos un tanto cuestionables.
Y es que para la oposición las medidas que plantea o que está llevando a cabo son una forma de presión a las mujeres.
Una de las últimas leyes aprobadas al respecto permite ahora en el país que las asociaciones antiabortistas puedan entrar en las clínicas donde las mujeres tienen que acudir para poder abortar.
Y además del aborto, sus planes pasan por perseguir la maternidad subrogada. Se ha aprobado recientemente una ley para convertir la gestación subrogada en delito universal aunque se haya llevado a cabo en otro país.
Una práctica que, con la nueva normativa, podría conllevar penas de cárcel.
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