Francia y los franceses siguieron el guión esperado en la primera vuelta de las elecciones legislativas: ha ganado la ultraderecha, y con margen de autoridad, pero mientras se hunde el liberalismo del presidente Emmanuel Macron, resiste una izquierda que ha concurrido unida, como gran rival para la segunda vuelta.
Así las cosas, el partido de extrema derecha Agrupación Nacional (RN) lidera la primera vuelta con un histórico 33,15% de los votos, según los resultados oficiales. Esto abre la posibilidad de que su candidato, Jordan Bardella, logre ser investido primer ministro tras la segunda vuelta del 7 de julio, siempre y cuando alcance la mayoría absoluta.
Mientras, la gran coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) se posiciona en segundo lugar con cerca del 27,99%, casi empatando con la extrema derecha, y seguida del conglomerado centrista del presidente Emmanuel Macron, que ocupa el tercer lugar con el 20,04% de los sufragios.
Ambos bloques, izquierda y liberales, han instado a sus seguidores a unir fuerzas y a retirar a sus candidatos en aquellos casos en los que hayan quedado terceros y en primer lugar esté Agrupación Nacional.
Menos fuerza de la esperada
Y la realidad es que, mientras la ultraderecha de Marine Le Pen celebra su triunfo, su éxito ha sido moderado porque las encuestas sugerían que Agrupación Nacional y sus aliados podrían estar cerca de alcanzar la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, que requiere 289 diputados. Las proyecciones le asignaban entre 230 y 310 escaños. Pero en cualquier caso no se acercará a la cifra de 289.
El frente de izquierdas, NFP, obtendría entre 115 y 200 diputados, mientras que el bloque macronista, integrado en Ensemble, podría caer a entre 60 y 100 escaños (actualmente tiene 250), según las proyecciones. Los conservadores de la derecha tradicional de Los Republicanos tendrían entre 30 y 61 escaños.
La participación ha alcanzado el 66%, la más alta en una primera vuelta de elecciones legislativas desde 1981, lo que muestra el gran interés que ha generado esta convocatoria anticipada entre los franceses.
Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional, fue la primera en reaccionar en un ambiente de celebración: "Los franceses han situado a RN en la cabeza. Hemos borrado al bloque macronista". En su discurso, pidió una "mayoría absoluta" en la segunda vuelta del 7 de julio para permitir que Jordan Bardella gobierne sin las trabas del presidente francés.
La izquierda no competirá con los liberales
Por su parte, el líder de la Francia Insumisa (LFI) y gran impulsor del frente de izquierdas, Jean-Luc Mélenchon, anunció que la coalición Nuevo Frente Popular (NFP) retirará las candidaturas allí donde han quedado en tercer lugar, a pesar de que los primeros sondeos de la primera vuelta de las elecciones legislativas le dan una segunda posición general con el 29% de los votos.
"En todas las circunstancias nuestra consigna es clara: ni un voto de más para el RN, ni un escaño de más para el RN", afirmó Mélenchon tras conocerse que las estimaciones dan la victoria a la ultraderecha con un tercio de los votos. La formación Ensemble de Gabriel Attal, actual primer ministro y mano derecha del presidente Macron, quedaría en tercer lugar con entre el 20,5 y el 23%.
La segunda vuelta, que determinará la composición final de la Asamblea Nacional francesa, se celebrará el próximo domingo, este 7 de julio.
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