Los temores de los principales gobiernos europeos se han intensificado en las últimas semanas, cuando se acerca la toma de posesión de Donald Trump en EEUU.
El miedo viene por su alianza con el multimillonario Elon Musk, con quien podría planear influir en elecciones locales tras respaldar abiertamente a partidos de ultraderecha, como el el reciente caso de Alternativa para Alemania.
Musk, dueño de la red social X, antes Twitter, continúa siendo una figura controvertida en Europa y en el Reino Unido, su gobierno laborista y el primer ministro, Keir Starmer, sospechan de peligrosas influencias del magnate y su aliado, Trump.
Musk atacó directamente a la ministra de Seguridad británica, Jess Phillips, acusándola de un "fracaso absoluto" en el combate contra las redes de explotación sexual infantil.
En su red social, Musk calificó a Phillips de "bruja malvada" y sugirió que debería ser encarcelada por hacer "apología del genocidio de la violación".
Ataques al Gobierno británico
Desde que Starmer asumió el cargo, el multimillonario ha intensificado sus ataques contra el gobierno británico, apoyando a figuras de extrema derecha como el polémico activista Tommy Robinson. Además, Musk desempeñó un papel relevante en la propagación de desinformación durante los disturbios xenófobos que sacudieron varias ciudades inglesas en agosto.
Sus constantes declaraciones, amplificadas en la plataforma X, han mantenido una constante presión mediática sobre el gobierno laborista.
Temor también en otros países europeos
Las arremetidas de Musk no solo han provocado tensiones dentro del Reino Unido, sino que también amenazan con complicar las relaciones diplomáticas entre Londres y Washington, especialmente con la inminente llegada de Trump al poder.
En Francia, el presidente Emmanuel Macron también se refirió a la influencia de Musk. Durante una intervención ante los embajadores franceses, expresó su preocupación por las injerencias externas en asuntos nacionales, incluyendo en Nueva Caledonia, un territorio de ultramar.
"¿Qué habría ocurrido si hace 10 años nos hubieran dicho que el propietario de una de las mayores redes sociales del mundo apoyaría un movimiento internacional reaccionario y se involucraría directamente en elecciones, incluso en Alemania? ¿Quién lo hubiera imaginado?", cuestionó Macron, en alusión a los recientes posicionamientos de Musk.
Por su parte, el portavoz del gobierno alemán abordó de manera directa la influencia del empresario en las próximas elecciones de febrero, en las que Musk ha mostrado públicamente su afinidad hacia la extrema derecha. "La gente normal, sensible y decente es, de lejos, la mayoritaria en este país", afirmó, restando importancia al impacto de los mensajes de Musk en X. "Sus comentarios, sus falsedades y medias verdades no pueden influir en un país con 84 millones de ciudadanos", agregó con firmeza.
En Noruega, el primer ministro Jonas Gahr Støre también expresó inquietud sobre el impacto de Musk en los procesos políticos europeos. En un contexto en el que las elecciones noruegas están previstas para septiembre, las encuestas colocan al Partido Laborista, liderado por Støre, por detrás de la derecha, lo que acrecienta las preocupaciones por posibles injerencias externas.
Desde Europa sospechan que Trump y Musk tendrían un plan para absorber aliados políticos e impulsar victorias ultraderechistas en el continente para sus intereses.
De momento, ha caído un vecino norteamericano, Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, de ideología liberal y cercano a posiciones progresistas. Era una víctima esperada tras el regreso de Trump al poder, que le ha sentenciado al imponer duros aranceles a su país vecino del norte.
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