El papa Francisco, que lleva ingresado en el hospital policlínico Gemelli de Roma desde el día 14, sigue viendo empeorado su estado de salud.
Según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el domingo sumó un nuevo problema, una insuficiencia renal que define como "inicial y leve".
Se dice del Sumo Pontífice que "está vigilante" y que se le sigue administrando oxígeno. Lo más positivo sería que los valores sanguíneos mejoran "gracias a las transfusiones".
El último avance, de esta misma mañana del lunes, habla de que "la noche ha transcurrido bien, el Papa durmió y está descansando".
Detalles de parte médico
La Oficina de Prensa de la Santa Sede publicaba ayer domingo por la tarde el último parte médico sobre las condiciones del Papa.
De él comenta: "El estado del Santo Padre sigue siendo crítico; sin embargo, no ha vuelto a tener crisis respiratorias desde anoche. Se sometió a las dos unidades de hematología concentrada con beneficio y un retorno del valor de hemoglobina".
Además, detalla que "su trombocitopenia se ha mantenido estable; sin embargo, algunos análisis de sangre muestran una insuficiencia renal inicial, leve, que está bajo control".
Confirma el Vaticano que Francisco continúa con "oxigenoterapia de alto flujo a través de cánulas nasales", y que "continúa vigilante y bien orientado".
En definitiva, comenta que "la complejidad del cuadro clínico, y la espera necesaria para que las terapias farmacológicas den algún resultado, hacen que el pronóstico siga siendo reservado".
Eso sí, al ser domingo, no renunició a asistir a una misa y estuvo en una celebrada en el 10º piso de la clínica, en un lugar habilitado especialmente para ello.
Origen del problema
La sensación general es que el Papa ha estado retrasando demasiado tiempo la recuperación de su bronquitis y que se le ha agrandado el problema por no suspender antes su agenda y reposar.
De hecho, ha estado trabajando hasta hace semana y media, pese a que tenía problemas para respirar y expresarse con soltura por falta de aire.
Además, estaría presentando resistencia a los antibióticos, según algunas fuentes informativas de Italia, de ahí que su recuperación esté siendo toda una dificultad.
Francisco y su salud
El Papa arrastra problemas de salud desde las navidades, y recientemente suspendió una misa por sus problemas a la hora de hablar y respirar debido a su bronquitis. En 2023 padeció una fuerte pulmonía.
Francisco, actual papa de la Iglesia católica, tiene ya 88 años y presenta problemas de salud crónicos. En su juventud, una enfermedad hizo que fuese sometido a una operación quirúrgica en la que le fue extirpada una porción de pulmón.
Desde hace tiempo se especula con una posible retirada por ese delicado estado físico, ya que muchas veces tiene que ser llevado en silla de ruedas o caminar con bastón por sus problemas de rodilla.
Además, en 2023 fue operado de la pared abdominal por una hernia. Además, en 2021, se le extirpó una pequeña parte del colon.
Otro problema habitual en Francisco es su nervio ciático, que le provoca fuertes dolores, conocidos popularmente como 'ciática'.
Si quieres recibir más temas como éste, puedes suscribirte a nuestras alertas gratuitas de noticias de Whatsapp o Telegram. También tenemos un boletín gratuito de noticias que llegarán a tu e-mail. Además, nos puedes seguir en Google News.
Si (
No(
