La directora del Servicio Secreto de EEUU, Kimberly Cheatle, ha presentado su dimisión después de las críticas recibidas por parlamentarios tanto demócratas como republicanos procedentes de la Cámara de Representantes.
La decisión se produce después de que el lunes se negase a renunciar tras una comparecencia en el Congreso estadounidense.
En su momento, Cheatle, admitió que tanto ella como su agencia fracasaron en proteger al ex presidente Donald Trump a la hora de protegerlo del intento de asesinato ocurrido durante un mitin el pasado 13 de julio en Pensilvania. "Es el fracaso operativo más significativo en el Servicio Secreto en décadas", admitió la directora.
El Servicio Secreto, que es responsable de la protección de presidentes tanto actuales como anteriores del país, enfrenta una crisis de legitimidad sin precedentes después de la acción contra Trump, y que evidenciaron la falta de personal disponible para asegurar la protección del ex mandatario.
A raíz de las declaraciones ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, Cheatle enfrentó la condena bipartidista, negándose incluso a responder ante las acusaciones más airadas de los parlamentarios.
Cheatle, quien dirige la agencia desde 2022, admitió que el fracaso del Servicio Secreto era el mayor desde el intento de magnicidio del entonces presidente Ronald Reagan en 1981.
El Servicio Secreto, bajo el foco
El Servicio Secreto enfrenta investigaciones de múltiples comités del Congreso y el organismo de control interno del Departamento de Seguridad Nacional de los EEUU, su organización matriz, por su desempeño. Incluso el presidente Joe Biden, quien ha puesto fin a su campaña de reelección, pidió en su momento una revisión independiente.
Gran parte de las críticas se han centrado en la falta de seguridad a la hora de proteger el tejado de un edificio industrial donde estaba encaramado el pistolero y que se encontraba a sólo 140 metros del lugar donde Trump estaba dando su discurso en Butler, Pensilvania.
La azotea fue declarada fuera del perímetro seguridad del Servicio Secreto, una decisión que fue inmediatamente criticada por ex agentes y legisladores.
Cheatle ocupaba un puesto de seguridad superior en PepsiCo cuando Biden lo nombró su directora del Servicio Secreto en 2022. Anteriormente sirvió 27 años en la agencia. Asumió el cargo tras una serie de escándalos que involucraron al Servicio Secreto que marcó la reputación de una élite y agencia insular.
Por este caso hasta 10 agentes del Servicio Secreto perdieron su trabajo tras las revelaciones que hicieron determinadas mujeres, algunas de ellas prostitutas, de regreso a sus habitaciones de hotel antes del viaje a Colombia del entonces presidente Barack Obama en 2012.
La agencia también enfrentó acusaciones de que borró mensajes alrededor sobre el momento del ataque del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos. Esos mensajes fueron buscados más tarde por un Panel del Congreso que investiga los disturbios.