Mahsa Amini, una joven iraní de 22 años, falleció el pasado 16 de septiembre tras ser arrestada por la Policía moral de Irán debido a llevar mal colocado el velo.
Según las autoridades, la joven murió popr un infarto, aunque la familia de la joven ha puesto en duda la versión oficial y la autopsia realizada indica signos de tortura. Una muerte que ha indignado al país y miles de personas, especialmente mujeres, han salido a la calle y ellas se han quitado el velo como forma de protesta.
"El pueblo iraní ha salido a la calle a luchar por sus derechos fundamentales y su dignidad humana, y el Gobierno está respondiendo con balas", ha señalado el director de la ONG Iran Human Rights, Mahmood Amiry Moghaddam.
La televisión estatal ha informado de la muerte de 17 personas y ha indicado que entre las víctimas se encuentran agentes y civiles. Por otro lado, las autoridades solo han confirmado la muerte de 8 personas y las ONG han contabilizado hasta 31 muertes.
La Guardia Revolucionaria tilda las protestas de "sedición" y pide juzgar a los que acudan o compartan información en redes sociales
Desde que se conoció la trágica muerte de Mahsa Amini el día 16, las manifestaciones y protestas han sacudido al país. De momento han surgido concentraciones en más de una veintena de ciudades en las que gritan libertad y 'no' a la obligatoriedad del hiyab.
Muchas mujeres se han quitado el velo y han cortado su cabello en señal de protesta al Gobierno y en apoyo a la fallecida.
Según informa RTVE, ante el aluvión de protestas el Ejecutivo iraní ha bloqueado Internet casi por completo y aplicaciones como WhatsApp e Instagram están inoperativas.
Twitter se ha convertido en el escaparate al mundo de lo que está ocurriendo en Irán y la Guardia Revolucionaria ha calificado todo acto de protesta como "sedición". Además han pedido al Poder Judicial que juzgue a todos los que vierten "rumores y mentiras" a través de las redes sociales y en las calles.
Unas órdenes que encienden todavía más la tensión en el país.