El Starship, la nave con la que Elon Musk pretende ir a Marte, ha vuelto a explotar de nuevo poco después del lanzamiento.
Otra prueba más que acaba con un mal resultado. Aunque no todo salió mal, pues la primera etapa, Super Heavy, de 70 metros de alto con 33 motores Raptor, acabó regresando de forma exitosa.
El problema fue con la Ship, que mide 50 metros y consta de 6 motores Raptor. Este módulo tenía que dar casi una vuelta a la Tierra, pero a los pocos minutos del despegue comenzó a girar erróneamente y acabó explotando. Es esta nave la que llevaba en su interior varios experimentos y simuladores que se iban a desplegar en el espacio, pero no llegó.
Un final prácticamente igual al de la anterior prueba hace 2 meses, pues también acabó explotando.
Caos aéreo por los escombros
La nave despegó de la base de SpaceX en Texas, cerca de la frontera con México.
La explosión ha provocado que 4 aeropuertos hayan tenido que suspender su actividad durante un tiempo por la caída de escombros.
Durante una hora se han restringido varios vuelos en los aeródromos de Miami, Orlando, Fort Lauderdale y Palm Beach; ocasionando cierto caos, pues son aeropuertos con bastante tránsito de pasajeros y vuelos.
Desde SpaceX han evitado mencionar la explosión y el caos generado hablando de "desmontaje rápido e imprevisto", pero la Administración Federal de Aviación (FAA) ha exigido ya a la compañía de Musk que inicie una investigación por las explosiones.
Y es que como hemos indicado más arriba, no es la primera vez. Son ya 8 pruebas fallidas y con algunas explosiones que generan restricciones aéreas.
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