El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, reiteró el martes su despreocupación con la covid-19 y espetó a sus ciudadanos: "Tienen que dejar de ser un país de maricas".
"Todos nos vamos a morir un día, aquí todos van a morir. No sirve de nada huir de eso, huir de la realidad", argumentó para no tomar más medidas y restricciones para controlar los contagios.
El ex militar insistió en que "la pandemia fue superdimensionada" y aseguró que "todo" lo que criticó sobre las medidas anti-pandemia ha quedado "comprobado". "Les dijeron quédense en casa que la economía se recupera después y los hundieron a todos", denunció.
También criticó especialmente a la prensa por pedir más restricciones contra el coronavirus: "Ahora, esa payasada que tenemos por prensa, dice que el hambre nos amenaza de nuevo".
Sobre la segunda ola, comentó: "Amenazan con la segunda ola. Hay que afrontarlo, así es la vida. Lo siento por todos los que murieron". "No tengo paz para absolutamente nada, no puedo salir a la calle para comer un pastel o hacer bromas porque la prensa me destroza", se quejó sobre el trato que le dan los medios.