Algunos lo verán como un aviso a modo de disuasión, pero el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya acertó cuando dijo que Rusia acabaría invadiendo Ucrania y casi nadie le creyó en la comunidad internacional.
Ahora alerta de que tiene informes de que el país dirigido por Vladimir Putin está estudiando usar armas químicas o biológicas en Ucrania, y eso ha hecho que advierta sobre que tendrá que responder en la guerra si Rusia lo hace.
Biden limitó la participación en el conflicto a la "naturaleza del uso" de ese tipo de armamento.
El presidente de EEUU participó ayer jueves en Bruselas en la cumbre de la OTAN y del G-7, además de participar como invitado en el Consejo Europeo. Trasladó su temor a un posible uso de armas químicas o biológicas por parte de Rusia y pidió más sanciones a este país.
Biden explicó que en función del uso que haga Rusia de estas armas, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN decidirán qué respuesta dar en esta guerra.
Más medidas contra Rusia
Por lo pronto, exigió expulsar a Rusia del G-20, el otro gran grupo de dirección internacional: "Planteé la posibilidad de que si no se puede expulsar a Rusia del G-20, si Indonesia y otros no están de acuerdo, tendríamos que permitir que Ucrania también pueda asistir a las reuniones".
Indonesia, país anfitrión de esa cumbre, mantiene hoy por hoy la invitación a Putin, quien insistió en que tiene pensado acudir a la cita.
Biden también advirtió a China, contó a la prensa, explicándole las consecuencias de ayudar a Rusia en esta invasión y guerra. El presidente estadounidense no lo calificó de "amenazas", pero sí de las sanciones económicas a las que tendría que proceder, como ha hecho con Rusia.
En lo que no tuvo éxito Biden es en el tema de imponer más sanciones a Rusia. La UE retrasó de momento imponer estas nuevas sanciones, pero EEUU y Reino Unido anunciaron más medidas contra Moscú.
De momento, aumentará el suministro de gas natural licuado a la UE para reducir su dependencia de Rusia.