El 'caso Pelicot' ha sido de los más sonados y reveladores no sólo en Francia, sino a nivel internacional. El principal acusado, Dominique Pelicot, drogó a su mujer durante años para violarla junto a otros hombres.
Según la investigación policial se han confirmado hasta 72 hombres diferentes, pero para el juicio solo pudieron identificar a 50.
Cada noche drogaba a Giséle Pelicot y la ofrecía a otros hombres mientras grababa los encuentros. Todo ello sin el consentimiento de su mujer, que estaba inconsciente tras ingerir drogas en la cena.
El caso se destapó debido a una denuncia contra Pelicot por grabar en un supermercado la ropa interior de las mujeres y a raíz del análisis de su teléfono, los agentes descubrieron el horror que estaba sufriendo su mujer.
Después de 3 meses de juicio en los que Giséle ha querido ir a rostro descubierto para provocar así que las caras de sus agresores también sean públicas, la Justicia francesa ha emitido su sentencia.
Todos son declarados culpables a penas de hasta 20 años
El ya ex marido de Giséle, que admitió los hechos desde el primer momento y aseguró que todos los que participaron sabían lo que hacían, ha sido condenado a 20 años. La pena máxima por estos delitos.
Para 49 de los acusados las penas van desde los 10 hasta los 18 años de prisión ya que a Pelicot se le ha considerado el artífice de todo.
Otro de los acusados está en paradero desconocido y otro ha sido declarado culpable de agresión y no de violación, pues se le imputaba un delito de tocamientos y la pena es de 4 años.
La defensa de los acusados había solicitado la "absolución", pues alegaron que fueron "manipulados" por Pelicot e incluso llegaron a declarar que ella lo consintió.
Además, mientras se juzgaba este caso, salió a relucir que uno de los imputados hizo lo mismo a su mujer 'inspirado' por Pelicot e incluso este le ayudó a hacerlo.
Giséle se ha convertido en todo un icono de la lucha feminista por enfrentarse a un asunto así con la cabeza alta y con el mensaje claro de que quien tiene que avergonzarse no es ella, sino los agresores.
"Tengo nietos y no quiero que se avergüencen de usar ese apellido. Quiero que estén orgullosos de su abuela. A partir de hoy se recordará a la señora Pelicot y cada vez menos al señor Pelicot", ha señalado a las preguntas de la prensa.