El que fuera presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha vuelto a pedirle su libertad provisional al juez del 'caso Lezo' Manuel García Castellón "por el desgaste físico y psíquico" que está "sufriendo" en la prisón de Soto del Real, donde por cierto está coincidiendo en paseos con Ángel María Villar, presidente de la RFEF.
González argumenta también que sus padres tienen movilidad reducida y no pueden visitarle en prisión, con lo que peligra volver a verles "vivos" puesto que son ya muy mayores.
El preso preventivo además argumenta que su libertad no es incompatible con medidas cautelares y que no hay riesgo de fuga puesto que llevaría pulsera de seguimiento. También está dispuesto a medidas extras como evitar tener contacto exterior, incluso renunciando a conexión wifi de Internet.