El presidente ejecutivo de la Federación Inglesa de Fútbol, Martin Glenn, ha dado un ultimátum al entrenador del Manchester City Pep Guardiola para que se quite el lazo amarillo -reclamo para la liberación de los presos del procés-, argumentando que puede resultar ofensivo como un pin de la UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido), una esvástica, la hoz y el martillo, la estrella de David o "incluso un logotipo del Estado Islámico". ¿Dónde ponemos los límites?, se preguntó ante los periodistas.
Más tarde tuvo que salir a disculparse por sus polémicas palabras, pero sólo en lo que entrañaba a los sentimientos religiosos y , en especial, con la comunidad judía por la inclusión de su máximo símbolo religioso en la lista de enseñas conflictivas.
Pep Guardiola se ha posicionado abiertamente en el procés soberanista y ha reivindicado el uso del lazo amarillo dentro de su derecho a la libertad de expresión.
La reacción en Twitter no se hizo esperar con opiniones de todo tipo: