El delantero centro del Real Betis, Borja Iglesias, acudió al entrenamiento con su equipo con las uñas pintadas de negro como símbolo reivindicativo contra el racismo coincidiendo con la ola de manifestaciones en EEUU por el caso del afroamericano George Floyd que murió tras ser asfixiado por el agente policial Derek Chauvin.
Un gesto que ha obtenido muchos apoyos, pero que también ha provocado insultos homófobos por parte de usuarios de las redes sociales.
"Es una forma de concienciarme y luchar desde mi posición contra el racismo, pero creo que también me viene bien contra lo homofobia. Además tengo que admitirte que me gustan", tuiteó el futbolista a modo de respuesta.
"Hoy y siempre decimos no al racismo y no a la homofobia. No a cualquier tipo de odio", publicó el club bético ante los ataques a su jugador. Un mensaje al que después se sumaron otros equipos concienciados.