El mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, está siendo investigado por un delito de sedición por su presunta implicación en los disturbios ocurridos en Barcelona los días 2O y 21 de septiembre, tras la operación policial en la que fueron detenidos 14 altos cargos de la Generalitat. Además, ha sido acusado de la presunta inacción de los Mossos durante la jornada del referéndum del 1-O.
El informe elaborado por la Guardia Civil, a petición de la jueza de la Audiencia Nacional, señala a los presidentes de ANC y Ómnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, como colaboradores en la estrategia del Govern en su hoja de ruta independentista. Según publica 'eldiario.es', en ese informe, la Guardia Civil acusa a Trapero de "obstaculizar" el trabajo de Policía y Guardia Civil durante el 1-O, también como parte de "un plan premeditado".
Si bien la Fiscalía ha solicitado la prisión incondicional sin fianza para Trapero, será la jueza Lamela la que decida en última instancia las medidas cautelares que se imponen al mayor de los Mossos.
Trapero, la intendente de los Mossos, Teresa Laplana, y los presidentes de las entidades independentistas Omnium Cultural y Asamblea Nacional Catalana, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez, ya declararon el pasado 3 de octubre por los incidentes registrados los pasados 20 y 21 de septiembre, cuando miles de personas se concentraron en Barcelona para protestar por las detenciones de varios altos cargos catalanes, en unos hechos en los que fueron atacados 3 vehículos de la Guardia Civil. En esa ocasión, Lamela dejó en libertad a los 4 citados a declarar sin imponer ninguna medida.