Una película que ya hemos visto, y sufrido, en tantas ocasiones. La que se soportó en la segunda novillada del abono otoñal, merced a un encierro podrido de esa fábrica de bureles que regenta Ricardo Gallardo con la divisa de Fuente Ymbro. Animales ayunos de casta, bravura y fuerza. Pobrecitos e inocentes, sin un mal gesto toda la tarde, que llegaban moribundos a la muleta, y que daban pena en lugar de miedo -la antítesiis de la Fiesta- y con los que la emoción es imposible. En tal grado que es casi seguro que haya sido el mayor petardo en Las Ventas en la temporada que ya boquea. Que tiene mérito, ¡vaya que si lo tiene! Claro que la terna de Valentín Hoyos, Neck Romero y Alejandro Chicharro, tres pinchaúvas que sumaron 7 avisos 7 casi siempre con retraso, tampoco aportaron otra cosa que vulgaridad a raudales.
Ya desde la salida del que abrió función, que pronto se rajó y empezó a echar la carifosca arriba y defenderse en la sarga más que los equipos de Simeone, se barruntaba que de ser de igual catadura el resto el sopor estaba servido. Y, por desgracia, así aconteció. Ni en este ni en el cuarto, Valentín Hoyos, pésimo con las armas toricidas, dejó rastro con percal ni muleta.
El lote que correspondió a Neck Romero, en su despedida de novillero antes de doctorarse doctora el próximo día 9 en su tierra, también eran cadáveres semivivientes ante los cuales, al menos, intentó la quimera de un toreo a distancia con la muleta 'planchá' para caer pronto en la trivialidad de cercanías y aburrir.
Es justo y necesario señalar que Chicharro actuó sólo 24 horas después de su grave percance el día anterior en Arnedo. Un gesto que se le reconoce. Pero quizás le hubiera valido más quedarse en casa, porque tuvo la mala suerte de que le correspondiesen, dentro del desastre ganadero, los dos únicos con un punto de codicia.
Y el de Miraflores de la Sierra no salió de la ordinariez frente al tercero, pero lo peor vendría en el último, que con un punto de genio le desbordó tanto que su matador batió el récord de enganchones. Al menos su excelente y siempre cumplidora cuadrilla de Juan Carlos Rey, Raúl Ruiz y Tito se lució en la brega y también con los palitroques, sobre todo el primero en el bicho que cerró la función con el que puso a la plaza en pie con dos fabulosos pares. Loor para el colmenareño, que nos endulzó el final de la oprobiosa tarde y algo nos recordó lo que debía ser la Fiesta.
FICHA.
Novillos de FUENTE YMBRO, bien presentados en general, excepto el feote 5º; mansos, descastados, nobles y flojos. VALENTÍN HOYOS: silencio tras aviso; silencio tras aviso. NECK ROMERO: silencio tras dos avisos; silencio. ALEJANDRO CHICHARRO: silencio tras dos avisos; silencio tras aviso. Plaza de Las Ventas, 3 de octubre. 3ª de la Feria de Otoño. Alrededor de dos tercios de entrada.
Si (
No(
