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Emilio de Justo, delante, y Fernando Adrián, detrás, sacados a hombros del coso de Albacete.
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Emilio de Justo, delante, y Fernando Adrián, detrás, sacados a hombros del coso de Albacete. (Foto: Luis Sánchez Vizcaíno)

Feria de Albacete: faenón de Emilio de Justo, a hombros con Fernando Adrián

viernes 13 de septiembre de 2024, 21:15h

Y en esto llegó Emilio de Justo y realizó el toreo. Así de fácil, escribirlo, claro. Así de milagroso hacerlo, claro. Porque fue ante su segundo, un burel de La Quinta, exigente como sus hermanos y que en conjunto obligaron al público a estar con los ojos clavados de continuo en la arena. El extremeño llevó a cabo una faena intensa y artística, la mejor de la feria, y descerrojó la Puerta Grande, donde salió en volandas junto a Fernando Adrián, que sumó una oreja en cada toro. Miguel Ángel Perera, con el peor lote, pasó casi desapercibido.

Sin ser una gran corrida de este encaste santacolomeño, sus bicornes -que no pelearon mucho en el caballo-, con mayor gradación en su juego y en su codicia, nunca se dejaron vencer. Lo que agranda el mérito de los dos coletudos triunfadores. Así De Justoya había apuntado en su primero, que se quedaba corto y al que fue sometiendo con poder y sin que faltara el arte -marró a espadas y por eso no obtuvo trofeo- . Pedro después explotó en el otro.

Ya se lució al recibir a Lagartijo, que tal era su nombre, por verónicas ganando terreno y después en un quite por chicuelinas de mano baja cerrado con una media abelmontada, que hicieron que ese buen aficionado que es el maestro Alberto Nevado ordenara música a la banda. Pero faltaba la obra maestra con la flámula, sometiendo al bicho por bajo, rodilla en tierra, aunando látigo y caricia.

El animal tenía tendencia a los adentros, pero De Justo se lo impidió con largas series templadas y de mucho poder por ambos pitones, una de ellas, al natural con 7 pases seguidos, 7. Mando y arte a borbotones que concluyó como la inició con nuevos ayudados para cuadrarlo antes de volcarse en el morrillo pasaportándolo, eso sí, con una estocada algo contraria y desprendida.

La disposición de un Adrián relajado y asentado en el último, un manso renuente embestir, también caló en los tendidos, que valoraron una faena de mucha verdad, corta y medida, porque al burel se le acabó pronto el motor, que rubricó con un buen espadazo. Algo más le había durado su primero al que muleteó de similar guisa y cerró con la firmeza de la quietud en los cambios de mano finales.

Es verdad que ninguno del lote de Perera, los dos con fijeza pero casi sin entrega, le permitieron triunfar. Tampoco él, sin estar mal y tirando de oficio, se produjo a tope. A ambos los muleteó con buen juego de muñecas pero con sus habituales ventajismos de la suerte descargada.

FICHA

Toros de LA QUINTA, justos de presentación dentro de las características de la divisa, mansos en el caballo y noblotes en general pero siempre con codicia. MIGUEL ÁNGEL PERERA: ovación tras aviso; silencio. EMILIO DE JUSTO: gran ovación tras ligera petición; dos orejas. Salió a hombros. FERNANDO ADRIÁN: oreja; oreja. Salió a hombros. Plaza de Albacete, 13 de septiembre. 5ª de Feria. Más de tres cuartos de entrada.

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