Tanto desde su firma Casa de la Viña como de la de Cinco Casas, con más de siglo y medio de antigüedad y con fincas situadas en pleno corazón de La Mancha como es el término municipal de Alhambra (Ciudad Real) a sólo 150 km. de Madrid, ambas dirigidas por Patricio Cruz, se completa una enorme producción en distintas variedades de uvas y de vinos blancos, tintos y rosados con una producción de millones de botellas.
De momento, Cruz está satisfecho con el desarrollo de la actual edición de Fenavin, a la que ha llegado “como todos los años, trabajando y con mucho esfuerzo con el fin de conseguir la mayor calidad en nuestras uvas para generar los mejores caldos". Pero, claro, no basta con la calidad, sino que después hay que vender el producto, como admite el propietario de las bodegas respecto a este objetivo fundamental "intentando penetrar en nuevos mercados que nos permitan alcanzar los objetivos previstos.”
Tanto en la Feria como en la política general agrícola es evidente que el Ejecutivo al frente de la Junta de Comunidades está apoyando, aunque la cuestión es de si lo hace de manera suficiente, como valora Cruz: “Creo que la Junta está sabiendo valorar la importancia del sector vitivinícola en Castilla La Mancha, adoptando medidas que han favorecido el desarrollo del mismo, un claro ejemplo con éxito mundial reconocido es FENAVIN".
Pero no por ello deja de reflexionar, siempre como afirma desde su "humilde opinión", debería llevarse a cabo "un esfuerzo para simplificar la compleja regulación administrativa existente". Para a través de ello, "intentar conseguir una mayor flexibilidad a la hora de atender las necesidades de los mercados internacionales.”
En el camino correcto
Aunque, por desgracia, Castilla-La Mancha, viene arrastrandpo un problema que no afecta a otras Denominaciones de Origen, como es la falta de imagen, el que la gente por inercia y fama se siga inclinando a priori por riojas y riberas. Y la pregunta obligada es ¿qué hacer para que los vinos manchegos peleen en igualdad de condiciones en el mercado? Así piensa Cruz:
“Es una respuesta imposible de resumir en unas líneas, pues la causa hay que buscarla en factores históricos, geográficos, culturales, etc… Por ello, la solución, pienso, que no es inmediata. En mi opinión, estamos recorriendo un camino correcto que ha empezado hace pocos años, nuestra constancia y la formación cultural y empresarial de la próxima generación será fundamental para conseguir el reconocimiento de nuestros vinos no sólo en Madrid, cuna del mercado nacional, sino también en el internacional.”
Su empresa, SAT Anaypa, tras adquirir en 1996 a Bodegas y Bebidas -del grupo Domecq- las fincas con los viñedos en los que ha llevado a cabo fuertes inversiones de mejora y reestructuración, sigue teniendo un carácter familiar y de tradición agrícola con multitud de proyectos inmediatos, aunque con la idea central de pasar a una empresa estructurada "para conseguir un crecimiento en la exportación de nuestros caldos”, cual concluye su gerente.