Preguntados dos de los grandes actores de los mercados financieros por el impacto en sus expectativas sobre los tipos norteamericanos tras el discurso de la Presidenta de la FED, Goldman Sachs afirmaba que su expectativa de alzas en septiembre (la reunión tiene lugar los días 20 y 21) había pasado de una probabilidad de alza del 30% a una del 40%. Para PIMCO, la mayor gestora de renta fija del mundo, las declaraciones no aportaban nada nuevo, incluso después de que el Vicepresidente de la institución, concretase que el discurso de su jefa era compatible con un alza en septiembre y dos este año, es decir, que tras la de septiembre habría lugar para otra más. El caso es que impacto sobre el dólar ha habido. Al menos el suficiente para doblar el codo de aquellos que se habían entusiasmado con la posibilidad de que se atacasen cotas de 1.1430. Más frio sobre los animosos euro alcistas arrojó la asociación alemana de comercio. En una entrevista de la agencia Reuters, su presidente señalaba que espera una situación de “stagnation” tan pronto como en 2017, refiriéndose al Brexit entre otros factores de incertidumbre global. ¿Preocupante? Cuando esta afirmación procede de quien mejor conoce el sector exportador alemán, al menos ha de considerarse, pero ya será hoy, porque ayer se detectaba interés comprador en cuanto el par Eur/Usd se acercaba a 1.1170/1.1130. Es decir, que a pesar de todo, el superávit corriente de la eurozona sigue pesando más que algo menos difusas expectativas de alza de tipos en EE.UU. –con el permiso de PIMCO- y el anuncio de un periodo de muy bajo o no crecimiento que anunciaba el alemán. Así y todo, y aunque algo influyó el que ayer fuese festivo ayer en Londres, es evidente que el mercado se ha tomado con más calma el discurso de la Presidenta de la FED en una segunda lectura, y conforme avance la semana, se irá ocupando en interpretar datos acerca del impacto del Brexit, (créditos al consumo en UK), pero sobre todo del empleo en EE.UU.