¿Qué hay detrás de un suicidio?
Cada persona tiene sus motivos para tomar una decisión como ésta. Hay personas que lo hacen tras llevar sufriendo años, otras que siempre han estado bien y en un mes de malestar intentan suicidarse… Los factores comunes serían pérdida de sentido de la vida, insatisfacción general y sufrimiento profundo durante un tiempo continuado.
¿Los suicidios están relacionados con una enfermedad mental?
El suicidio no tiene porqué estar siempre ligado a un diagnóstico psiquiátrico. No es siempre un síntoma, en ocasiones es una decisión, sin más.
¿Son tan frecuentes las cartas de despedida en los casos de suicidios como suele aparecer en las películas? ¿Por qué?
En mi experiencia no. De hecho muchas veces las familias que han perdido a alguien querido porque se ha suicidado, narran que les hubiera gustado encontrar una carta para poder entender o para no sentirse tan culpables por su muerte.
¿La crisis económica está detrás del incremento en el número de suicidios?
Obviamente, sí. La palabra “crisis” de tanto nombrarla ha perdido significado, y es importante que podamos pararnos a pensar en lo que ha conllevado y conlleva para muchas personas cuyas vidas han cambiado de la noche a la mañana prácticamente. Lo económico es sólo un factor más de nuestra vida, pero como sabemos, somos seres integrales, y cada cambio afecta a todo lo demás. Perder poder adquisitivo no sólo significa tener que vivir más ajustadamente o consumir menos, sino realmente sufrir y dejar de dormir por no poder pagar las facturas de productos básicos, cuyos precios han llegado a triplicarse en los últimos años. Y por supuesto, estar en el escalón más bajo de la famosa pirámide de Maslow, en el de supervivencia, hace que se deterioren nuestras relaciones sociales, capacidad de autorrealización, etc… Es fácil que la vida pierda mucho, mucho sentido.
¿Es cierto que cuando aparecen más noticias en la prensa relacionadas con los suicidios se produce un cierto efecto ‘contagio’ y repuntan los casos?
Lo cierto es que creo que recibimos tanta información negativa y sensacionalista al cabo del día, que la mayoría de las personas estamos totalmente inmunizadas. Cualquiera puede estar comiendo tranquilamente y presenciar en el noticiario escenas realmente crudas, como lo ocurrido con las personas refugiadas en los últimos meses, y que no se le atragante la comida. Así que creo que no procede hablar de contagio.
¿Cree que el suicidio está estigmatizado en la sociedad? ¿Debería estar más visibilizado?
Tanto las personas que sobreviven a un intento de suicidio, como las familias que han perdido a un ser querido por esta causa, tienen por lo general un sentimiento mezcla de vergüenza y culpa muy profundo. Esto hace que el tema se convierta en tabú, y ciertamente se habla muy poco de ello. Sí creo que deberíamos hacer un trabajo por visibilizarlo, ya que las ideas de suicidio las presentamos un alto porcentaje de la población, no necesariamente diagnosticada de trastorno mental. Creo que es inherente a la esencia del ser humano, a la capacidad de preguntarnos por nuestra existencia.
¿Es siempre el suicidio el reflejo de un problema mayor o puede llegar a respetarse como la decisión libre sobre el final de la vida de uno mismo?
En cualquier caso, y salvo en personas con trastorno mental grave, que puedan actuar en un brote, me parece una decisión libre sobre la vida de una persona.
Y en cuanto al suicidio asistido, ¿cree que debería regularse en España? ¿cómo?
Desde luego. Tenemos modelos en países vecinos que van por delante y nos demuestran que es posible. No soy experta en temas legales, pero creo que el único factor a tener en cuenta sería que la persona estuviera en uso de sus facultades mentales a la hora de tomar la decisión.