Inmersa en plena carrera electoral, la candidata de Vox a la presidencia de la Comunidad, Rocío Monasterio, repasa en una entrevista concedida a nuestro diario hermano 'Madridiario.es' las cuestiones que marcan la actualidad en la política madrileña y nacional. De los desencuentros con su socio de legislatura, el Partido Popular de Isabel Díaz Ayuso, a la necesidad de "sacar a Sánchez de la Moncloa", pasando por las líneas maestras de un programa encaminado a alcanzar el Madrid que su mente ha diseñado: una región próspera y llena de vida en los barrios.
¿Cuál es el objetivo de su partido con vistas a las elecciones del próximo 28 de mayo?
El objetivo es conseguir la confianza de muchísimos madrileños que ya están cansados de promesas incumplidas, del deterioro de los barrios, de la inseguridad y que tienen en Vox un partido libre de ataduras, que cumple lo que dice y que habla claro. La gente lo que quiere es que le dejen de engañar, que le dejen de hacer promesas que no se cumplen, que dejen de jugar con sus sueños. Creo que Madrid tiene una oportunidad gigante. El mundo está mirando y, si tenemos ambición por mejorar las cosas, conseguiremos llegar lejísimos. Pero hay que mejorar las cosas que ahora mismo no están funcionando bien. Nosotros venimos con esa vocación. Espero que los madrileños nos den la fuerza y que las próximas elecciones sean un punto de inflexión para que cambien cosas, para que se note que las políticas de Vox han llegado a la Comunidad de Madrid.
Las encuestas, sin embargo, les otorgan un 8,8 por ciento de los apoyos. El equivalente a 12 diputados. Es decir, uno menos que en la actual legislatura...
Si soy sincera, las encuestas casi ni las miro. A lo mejor es porque no tengo formación política y vengo de otro mundo, de la construcción y la arquitectura. La encuesta que manejo es lo que la gente me dice en los barrios. Me dicen que están disgustados, que nadie les construye el centro de salud que necesitan, que llevan años inaugurando carteles que se oxidan y los vuelven a inaugurar. También veo que la gente está preocupada por la seguridad. Hay barrios por todo Madrid que se están deteriorando con el tema de los pandilleros. Veo jóvenes que tienen miedo a que por un móvil les den una paliza. Veo jóvenes y no tan jóvenes que siguen en casa de sus padres porque no encuentran una vivienda pese a tener empleo. Veo pequeños comercios que dicen que están sin ganas. ¿Por qué? Porque están cubiertos de papeles y normativas contradictorias. Nadie les ayuda. Han tenido una subida de la factura de la luz brutal. No pueden competir con las grandes empresas y, como están sin ganas, quieren cerrar.Tenemos que conseguir que el pequeño comercio se siga sintiendo impulsado y apoyado por la administración. También que los madrileños están también en el entorno rural, que alguien hable de ellos, de que la agricultura también existe en Madrid. Veo mucha gente mayor y no tan mayor que intenta comunicarse con la Comunidad y que no lo consigue porque no hay una administración presencial. Solo hay un teléfono que ni te cogen. Es una administración antipática, inexistente. Nosotros creemos que la administración tiene que ser presencial. Alguien te tiene que decir "buenos días, buenas tardes, qué quiere usted". Una administración al servicio de las personas. Lo digital está muy bien, pero es una opción.
¿Se atreve a adelantar un posible resultado electoral?
No, porque no me considero dueña del voto de los madrileños. Lo que les pido es la confianza. Mire, yo he visto a la señora Ayuso que ha anticipado los resultados. Dice que va a tener mayoría absoluta. Yo no me atrevería a decir eso nunca, pero no porque me pueda salir bien o mal, sino porque es como si fuera propietaria de esos votos. Yo no sé qué va a pasar de aquí al 28 de mayo. Lo que tengo es la seguridad de que me voy a matar a trabajar para intentar ganarme la confianza de los madrileños. Venimos a resolver problemas básicos. Lo que le está fallando a los madrileños es lo básico: tener un centro de salud, no tirarse hora y media en un atasco, que en el colegio adoctrinan a sus hijos, que el pequeño comercio no se sienta ahogado y tenga que cerrar, poder caminar por la calle sin tener miedo... Son cosas básicas para poder tener libertad. Vayamos entonces a resolver lo básico, lo fundamental.
Si el PP no consigue la mayoría absoluta, necesitará a Vox. ¿Entraría en un Gobierno con el Partido Popular?
Si el Partido Popular necesita a los votantes de Vox, tendrá que respetar a los votantes de Vox. Si el Partido Popular necesita a los votantes de Vox, tendrá que escuchar qué quieren los votantes de Vox, sentarse a negociar y respetarnos. Yo respeto a los votantes del Partido Popular y pido el mismo respeto para los votantes a los que estoy representando. Es lo normal. Cuando uno entra a negociar, sabe que tendrá que ceder en algo. Cuando me ofrezcan su programa diré en qué puedo ceder y en qué no. Cuando yo presente nuestro programa también pido que se nos respete, que no se nos insulte, que no se nos diga "hasta aquí hemos llegado, se separaron nuestros caminos, ahí os quedáis". Los votantes de Vox han sido muy respetuosos. Hemos dado la presidencia y la investidura a la señora Ayuso a cambio de nada. Hemos aprobado 29 leyes, aunque no soy partidaria de tantas leyes, y a nosotros nos han tumbado 44 propuestas. Hemos sido leales con la señora Ayuso y el trato que hemos recibido no ha sido justo. Esto es lo que hay que repensar.
¿Se cree la ruptura por parte de Ayuso o piensa que ese alejamiento es solo una estrategia electoral?
De estrategias electorales de otros partidos no sé nada. Lo que sé es que a los votantes que represento eso les sienta mal. Hemos sido leales y lo mínimo es tratarnos con un poco de respeto. Ese "aquí se separan nuestros caminos" casi suena lo que dijo el señor Casado. No es justo. No es un trato que nos merezcamos. También creo que los votantes del PP no lo esperaban. Tenemos por delante sacar a Pedro Sánchez, que está haciendo muchísimo daño a España, y esa es mi prioridad. Tenemos la obligación de ser respetuosos entre los partidos que queremos sacar a Sánchez del Gobierno.
¿Qué consecuencias tendría para la región un Gobierno de coalición entre Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos?
No veo a la izquierda en situación de alcanzar acuerdos de nada. Lo que estoy viendo es la gran bronca entre la izquierda. Todo esto, unido a la moción de Vox hacia Sánchez, lo deja ver las costuras de la izquierda. Por eso nuestra moción fue tan útil. Todo el mundo ha visto cómo está la izquierda, que ha abandonado a los trabajadores. Ya no luchan por los derechos de nadie. Lo que está haciendo es utilizar colectivos y banderas que no reflejan la realidad. Le están diciendo a la gente que tienen que cambiar de coche. Le piden al autónomo que no llega a fin de mes que se compre un coche eléctrico. Escucho a la señora Mónica García hablándonos de un nuevo colectivo: los perros. Está muy bien. Yo también tengo perro y me encanta. Pero oiga, ¿puede usted resolver lo básico de lo que le pasa a los madrileños? Estoy escuchando a Podemos dedicado a leyes que a las mujeres nos quitan la identidad como mujer. ¿Pero de qué me están hablando? Tanto que decían que defendían a las mujeres y resulta que ahora sacan a los delincuentes a la calle, a los violadores, a los pederastas... Es la izquierda caviar. A lo mejor a ellos les va bien, pero lo que yo veo en los barrios de Madrid es que la gente no llega a fin de mes. Los datos están ahí. Somos el país donde más se ha reducido el poder adquisitivo. A lo mejor tenemos más gente empleada, pero la realidad es que no llegan a fin de mes porque la cesta la compra ha subido mucho, porque la vivienda en Madrid es prohibitiva, porque te hacen cambiar de coche cuando no tienes un duro... ¿De qué nos están hablando? Les pido que vayan a hablar con la gente.
¿Considera entonces que el resto de partidos ha dejado a un lado lo que preocupa de verdad a los madrileños?
Pues sí lo creo. Les escucho y pienso: "¿Pero de qué me hablan?". Le están pidiendo a un fontanero que vive en Villaverde y que tiene que irse todos los días hasta Alcobendas que se compre una furgoneta que le cuesta 40.000 euros. Pero si le cuesta hasta pagar la cuota de autónomo... ¿De qué me estás hablando? ¿Cómo puedes estar tan fuera de la realidad? Los delirios de la izquierda caviar no representan a la gente. No son realistas. Veo a la izquierda hablándonos de las mujeres que tenemos que salir con cartelitos morados y poner los pasos de peatones con dibujitos. Pues mire, lo que quiero que me resuelvan es que soy mujer, tengo que trabajar y no me pueden mandar el niño a casa del colegio a las 13:30 porque entonces no puedo trabajar por la tarde.
Y lo peor es que luego ves que no son solo los de la izquierda. La señora Ayuso acaba de aprobar que en los municipios de más de 50.000 habitantes se tenga que restringir el acceso al centro si no tienes un coche eléctrico. ¿Pero de qué nos está hablando? Los comerciantes de Móstoles, Alcobendas o Rivas nos dicen que ya nadie les compra porque ya nadie puede acceder con el coche. ¿Y dónde se han ido? Al gran centro comercial. Está muy bien que convivan los dos modelos, pero uno no puede tratar igual al pequeño comerciante que al gran centro comercial. Necesitamos al pequeño comercio. Sin él, llegará un momento en que ya nadie te hable, nadie te salude. Las calles se convertirán en lugares vacíos, con cristales rotos, inseguros... Lo mismo ocurre si en el banco ya no te quieren atender y te dicen que vayas al cajero, si la administración de la Comunidad de Madrid deja de ser presencial, si las familias son cada vez son más pequeñas, si el médico, como quiere la señora Ayuso, te atiende por una pantalla... ¿Con quién hablas entonces? ¿Quién te atiende? ¿Quién te da repente esa palmada y te da ánimos el día que estás mal? Luego decimos que tenemos una epidemia de soledad. ¿Cómo no la vamos a tener? Claro que la vamos a tener porque estamos haciendo desaparecer los vínculos de los barrios, las plazas, la familia, la administración amable...
¿Qué medidas plantea su partido para poner fin al problema de acceso a la vivienda?
La vivienda es un bien fundamental para poder desarrollarse como persona. Si uno no tiene un techo, ni siquiera puede buscar trabajo porque no tiene ni donde ducharse. Los gobiernos tienen la obligación de facilitar la vivienda de manera que tú, cuando la tengas, sepas que no te la van a ocupar. Lo que estamos viendo es mucha gente preocupadísima por esta cuestión. Gente mayor que no quiere irse de su vivienda a ver a sus hijos el fin de semana porque tienen miedo a que se lo ocupen. Los gobiernos no están protegiendo la propiedad privada, los ahorros de toda una vida. Muchos madrileños han puesto en la vivienda toda la hucha y no hay derecho a que se la ocupen. Sánchez pretende sacar una ley con la que se premie al okupa y no se proteja al que tanto tiempo ha estado trabajando y ahorrando para poder comprarse una vivienda. Lo primero, la protección de la propiedad privada con endurecimiento de las penas para los okupas. Al mismo tiempo, debemos acelerar los procesos judiciales para poder conseguir recuperar esas viviendas que ya han sido okupadas.
Por otra parte, hay que liberalizar el suelo. Esto quiere decir poner todo el suelo que no sea de protección medioambiental automáticamente como urbanizable. Esa formula podría poner una bolsa gigante de suelo disponible para los promotores mañana mismo. Suelo para que los gobiernos construyan vivienda social. Tenemos la obligación de hacerla y ayudar al que le van mal las cosas. Tambien hay que agilizar los plazos. No puede ser que se tarde diez años en poner una vivienda en el mercado. Quitemos burocracia, quitemos absurdos impactos de género y demos un aval a los jóvenes. Este aval es una medida de Vox de la que se adueñó el Gobierno del Partido Popular. Los jóvenes y no tan jóvenes no tienen dinero ahorrado porque los sueldos son precarios para el coste de la vida. Hay que ayudar a aquellos que quieran pedir un crédito con un aval del 20 por ciento.
También debemos quitar el TPO, un impuesto que está costando 12.000 euros en una vivienda de precio medio También hay que reducir el impuesto de actos jurídicos documentados, un impuesto que nadie sabe por qué nos lo cobran. La solución no es topar los precios. La solución no es intervenir el mercado, como quiere hacer la izquierda caviar. Esto produce escasez.
¿Cómo resolvería Vox el conflicto sanitario en la región?
La Sanidad va a ser un reto a nivel global porque en el mundo occidental cada vez tenemos un mayor envejecimiento de la población. Esto es un problema estructural que no se ha querido atacar a tiempo con políticas de natalidad. El envejecimiento genera un problema de demanda casi infinita, con muy poca oferta de médicos. ¿Por qué? Porque hasta este momento no se les ha tratado muy bien y si ven que en otro país les pagan más, se van. Si en lugares como Madrid, no pueden acceder a una vivienda con el sueldo que tienen, se van. Los sanitarios, y no solo los médicos, se han sentido maltratados. Ha habido además cierta arrogancia que no ha favorecido que se llegara a acuerdos. Ya en septiembre planteamos mejorar el sueldo de los médicos, mejorar sus horarios y premiar su trabajo. No puede ser que a la gente que tiene las carreras más difíciles, que se mete las mayores palizas y que tiene la mayor responsabilidad sea a los que peor se les trata. Si queremos que estos profesionales se queden en Madrid, lo que hay que hacer es pagarles bien, valorarlos y hacer una política clara de racionalización del gasto. Ahora, por ejemplo, estamos dedicando un montón de dinero a revestir los hospitales, a ponerlos bonitos con los fondos europeos. A lo mejor podíamos gastar en quirófanos en vez de en ponerlos bonitos. A mí que el Marañón o el 12 de Octubre sea más bonito o más feo me da igual. No es mi prioridad. Prefiero dedicar ese dinero a quirófanos, a pagar mejor a los médicos y a hacer centros de salud en muchísimos barrios que llevan inaugurando el mismo cartel años.
¿Incluirán en su programa alguna propuesta concreta relacionada con la salud mental?
Hay que dedicar recursos, pero, sobre todo, hay que prevenir los problemas de salud mental. Por una parte, la epidemia de soledad. Si aquí la administración no te habla, el banco no te habla, las familias cada vez son más pequeñas y el comercio cierra, la gente está sola. Nuestros jóvenes se han acostumbrado a mirar solo una pantalla y cada vez hablan menos. Eso está teniendo consecuencias. Luego, por desgracia, los padres tenemos que trabajar mucho. Hay muchos niños que están en casa solos, con una pantalla. Y eso no es bueno.
Tampoco tenemos infraestructuras. Vas a la cancha de fútbol y resulta que están los pandilleros. Entonces las madres decimos a los niños no salgas, quédate en casa. Nosotros queremos recuperar esos barrios donde tú le podías decir a un niño: "Anda, Juan, vete y vuelve a las 08:30 a cenar". Ese es el sueño que tengo yo para Madrid. Pero para eso tiene que haber plazas seguras, calles seguras, comercios que te conozcan. Sin embargo vamos hacia un Madrid de primera, de cartón piedra, para los turistas, donde ya no se puede vivir... Y un Madrid de segunda que no tiene centro de salud, que se tira hora y media en un coche para llegar al punto de trabajo, o en el tren o en el Metro haciendo trasbordos. Un Madrid de segunda que no tiene seguridad en las calles, al que le cierran los comercios y ya solo le queda ir al centro comercial. Yo quiero recuperar esa idea de barrio, de vecindario, que ayuda mucho a la salud mental.
No ayudan además a la salud mental los delirios de la izquierda caviar. Todo este mundo de ideología, de que tú no eres ni hombre ni mujer. Con la ley de la señora Ayuso te puedes hormonar con 12 años sin decírselo a tus padres. ¿Qué pasa cuando quieres volver atrás? Eso también genera problemas serios de identidad porque acabas teniendo dudas de lo que eres. ¿Qué soy ahora? ¿Puedo ser qué? Esto es lo que le están contando a los niños.
Tampoco tenemos lugares de encuentro en la ciudad. En esto el urbanismo hace mucho. Provoca que todos nos encerremos cada vez más con solo algunos y no hablemos con los que piensan distinto. Tal vez el pescadero no piensa como tú, pero hablas con él y al final te convence de algo o tú le convences de algo a él. Se están rompiendo esos vínculos. Cada vez nos encapsulamos más. En las redes sociales nos encerramos en una burbuja. Las familias son cada vez más pequeñas y, al final, hay soledad. Nadie se encarga del que lo está pasando mal. La falta de vínculos genera problemas de salud mental.
La Sanidad va a ser un reto a nivel global porque en el mundo occidental cada vez tenemos un mayor envejecimiento de la población. Esto es un problema estructural que no se ha querido atacar a tiempo con políticas de natalidad. El envejecimiento genera un problema de demanda casi infinita, con muy poca oferta de médicos. ¿Por qué? Porque hasta este momento no se les ha tratado muy bien y si ven que en otro país les pagan más, se van. Si en lugares como Madrid, no pueden acceder a una vivienda con el sueldo que tienen, se van. Los sanitarios, y no solo los médicos, se han sentido maltratados. Ha habido además cierta arrogancia que no ha favorecido que se llegara a acuerdos. Ya en septiembre planteamos mejorar el sueldo de los médicos, mejorar sus horarios y premiar su trabajo. No puede ser que a la gente que tiene las carreras más difíciles, que se mete las mayores palizas y que tiene la mayor responsabilidad sea a los que peor se les trata. Si queremos que estos profesionales se queden en Madrid, lo que hay que hacer es pagarles bien, valorarlos y hacer una política clara de racionalización del gasto. Ahora, por ejemplo, estamos dedicando un montón de dinero a revestir los hospitales, a ponerlos bonitos con los fondos europeos. A lo mejor podíamos gastar en quirófanos en vez de en ponerlos bonitos. A mí que el Marañón o el 12 de Octubre sea más bonito o más feo me da igual. No es mi prioridad. Prefiero dedicar ese dinero a quirófanos, a pagar mejor a los médicos y a hacer centros de salud en muchísimos barrios que llevan inaugurando el mismo cartel años.
¿Qué piensa Vox sobre la supuesta infradotación en las residencias de mayores de la región?
Creo que los mayores tienen que estar, si puede ser, con sus familias. Creo que todo el mundo aspira a estar cuidado por los suyos. Para eso nosotros promovimos un cheque de cuidados para que las familia pudieran afrontar estos gastos. Las mujeres somos las que cuidamos a los mayores y a los niños porque nos gusta. Es voluntario. Nos gusta hacerlo. No puede ser que muchas mujeres dejan de trabajar para cuidar. Tenemos que conseguir recursos para que esas familias que quieren tener cerca a los suyos puedan trabajar unas horas al día y tener su vida. Cueste lo que cueste. Hay cosas en las que no se puede evaluar el coste. Debemos devolver a nuestros mayores todo lo que nos han dado. También debemos acabar con esa etiqueta de que los mayores ya no sirven. Acabar con la ley de la eutanasia. Acabar con el mercantilismo que hay también en cierta parte de la derecha que valora todo según lo que cuesta. Es un tema de humanidad, de dignidad de la persona y de protección de la familia.
En cuanto a las residencias, quiero que estén dotadas con generosidad para que los que están ahí trabajando también estén contentos y den cariño. Eso es importantísimo. No es solo la comida, que también. Se trata de que sean lugares en los que los mayores sean tratados con delicadeza.
¿Existe en Madrid un problema de seguridad ciudadana?
No sabes la cantidad de gente mayor que me dice que no sale a la calle hasta el domingo, que le vienen a buscar sus hijos, y están encerrados en casa porque tienen miedo. Hay barrios que incluso de día se han vuelto peligrosos. Los pandilleros están controlando amplias zonas de Madrid. Los jóvenes van a jugar a una cancha de fútbol y resulta que se encuentra con unos pandilleros que les dan una paliza por un móvil. Esto está pasando en Madrid. Por mucho que la señora Ayuso diga que son cosas mías y de los chats de madres. No hay que ridiculizar a las madres porque hablan de lo que preocupa a la gente de verdad. Si llego a la presidencia de la Comunidad de Madrid seré tremendamente eficaz porque no estoy para dedicarme a tonterías.
Con la llegada del calor, se está hablando mucho de climatización en las aulas. ¿Qué plantea Vox a este respecto?
Justo estaba pensando en los mayores que están en las residencias y que lo pasan peor con el calor. Los niños tienen más posibilidades. Todos hemos pasado calor y nos hacemos fuertes. En cualquier caso, podríamos haber instalado placas fotovoltaicas en todos los colegios con los fondos europeos y reducir así la factura de la luz en hasta un 40 por ciento, además de disponer bomba de calor para poder dar suelo radiante. Es así de sencillo. Y es una pena que no se haya hecho. Tendríamos que estar a eso.
¿Qué receta aplicaría su partido para, desde el Gobierno, mejorar el sistema educativo madrileño?
Gracias a Vox se ha alcanzado la gratuidad de la Educación en la Comunidad de Madrid. Esto es importantísimo porque garantiza que cualquier niño, independientemente de su entorno económico, va a poder tener opciones. Es la verdadera igualdad de oportunidades.
También defendemos que hay que alcanzar una educación de excelencia porque estamos compitiendo con el mundo entero. Hablo con gente en Corea del Sur y tienen un gran nivel de matemáticas, de música, de historia... Creo que aquí estamos dedicados a enseñar a los niños sobre género, sobre cambio climático, sobre ideologías y no estamos de verdad dedicados a que escriban bien. Hemos desaprendido el español, nuestra gran herramienta para un mercado de 500 millones de personas. También hemos perdido el hábito de la lectura. ¿Qué está pasando con las humanidades, la filosofía, la música, el arte?
Proponemos también el cheque escolar. Se trata de dar una cantidad a cada familia para que elijan el colegio al que quieren ir con libertad. Con ello consigues que los colegios no dependan del Estado, con lo cual no te pueden chantajear con la ideología. Lo que le están diciendo ahora a los colegios concertados es "o enseñas ideología de género o te quitamos la subvención". Esto está pasando y debemos sacar la ideología de las aulas.
Además, los profesores tienen que ser los profesionales mejor pagados de España. Un buen profesor es aquel capaz de detectar que un niño lo está pasando mal en su casa, que vive en un entorno horrible, y es capaz de darle la vuelta a la situación. Es capaz de decirle: "a lo mejor las matemáticas no se te dan bien, pero eres un músico excelente". Con eso, le empodera y ese niño logra salir adelante.
¿Qué medidas plantean en el ámbito de la investigación?
Estamos dispuestos a modificar la normativa para ser capaces de retener y atraer el talento. Así se lo he transmitido al vicepresidente Ossorio. Hace algún tiempo llamé a los Institutos Madrileños de estudios avanzados (IMDEA) para reunirme con ellos. Se sorprendieron mucho porque ningún político había ido aún a visitarles. Estuve hablando con todos ellos. Me decían que tenemos un enorme problema, y es que somos incapaces de competir con centros extranjeros. No podemos retener el talento que tenemos aquí y no podemos fichar a los mejores que están investigando en otros lugares. Si nos encontramos con topes en las tablas de Hacienda y, además, en Madrid no encuentran vivienda, no podemos competir. Si queremos traer a los mejores, debemos pagarles como a los mejores. El criterio actual es absurdo y hay que cambiarlo. Creo mucho en la investigación, en valorar a la gente y en pagar a la gente más valiosa. Gracias a la investigación es posible mejorar la vida de las personas.
¿Continuará Vox planteando rebajas fiscales en la próxima legislatura?
Meses antes de la ruptura con el PP ya planteábamos una reducción del IRPF para todos los madrileños. La señora Ayuso no quiso aceptar nuestras enmiendas entonces y, sin embargo, acabó anunciándo la medida ahora, en campaña electoral. Creemos que cuando algo es bueno para las familias no te lo puedes guardar ocho meses porque hay familias pasándolo mal durante ese tiempo. No creemos en ese marketing de postureo a la hora de hacer política.
Luego trajeron una ley que priorizaba en forma de bonificaciones al frutero que quería instalarse en España frente al que ya estaba en Villaverde. Es injusto. Nos parece muy bien que se den bonificaciones para atraer inversión, pero también hay que dárselas al que ya está aquí. Es de sentido común. Con lo que cuesta sacar adelante un comercio, con lo que cuesta abril levantar la persiana todos los días, la gente no puede ver, como nos dicen en muchos barrios de Madrid, que al que acaba de llegar le dan todos los privilegios. Nos dicen que hasta les dejan poner las cajas de naranjas en el suelo y en cambio al al que lleva aquí toda la vida con su frutería le tienen todo el día abrasado a inspecciones. Lo único que pedimos es que no se discrimine a los españoles, que se les ayude un poquito. Debemos ser capaces de ponernos en el lugar del otro. Es lo que creo que debe hacer una presidenta de la Comunidad de Madrid y para eso me presento.