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Los errores más comunes al preparar oposiciones y cómo no caer en ellos

Los errores más comunes al preparar oposiciones y cómo no caer en ellos
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(Foto: Pexels)
Por Agencia
martes 12 de noviembre de 2024, 14:01h

Preparar una oposición no es un camino fácil, seguro que ya lo sabes. Pero hay algunos errores que, sin darte cuenta, pueden alejarte de tu objetivo y hacer que todo ese esfuerzo no cunda como debería. Para ayudarte a evitar esos tropiezos que se repiten una y otra vez entre los opositores, le hemos pedido su opinión a otros aspirantes como tú que han pasado por la misma situación y han sufrido algún bache antes de lograr su meta. ¡Atento a cuáles son, por qué ocurren y a cómo esquivarlos para que mantengas el rumbo hacia tu plaza!

Planifica tu tiempo y ganarás en calidad de estudio

“Pensé que podía estudiar sin un plan…, y me perdí en el temario. Al principio, me lancé a estudiar sin una estrategia clara. Creía que con sentarme a leer todos los días era suficiente, pero con el tiempo me di cuenta de que avanzaba de forma desordenada y dejaba temas importantes de lado. Fue frustrante darme cuenta de que, a pesar de dedicarle horas, no estaba avanzando como esperaba”.

Contar con un calendario de estudio que se adapte a tu ritmo y a tus necesidades evitará esa frustración que suele ser muy común entre los aspirantes cuando van pasando los meses y no se avanza a buen ritmo.

Dedica algo de tiempo a elegir un buen material de estudio

“Por ahorrarme dinero y tiempo empecé a prepararme con el temario de un amigo y fue un desastre porque estaba completamente desactualizado. Así que, al final, lo barato me salió caro. Tampoco contaba con tests y apenas practicaba”.

Un error común es no dedicar tiempo a investigar bien los materiales de estudio, confiando en el primer temario que se encuentra. Hay temarios específicos y actualizados que pueden marcar la diferencia

Asegúrate de contar con profesionales que te ayuden

“Me obsesioné con hacerlo todo por mí mismo y perdí un tiempo precioso Empecé a diseñar mi propio temario, pero nunca tenía la garantía de que estuviera actualizado y completo. Además, buscaba respuesta a las dudas que me iban surgiendo en Internet y rara vez conseguía resolverlas. ¿El resultado? Iba demasiado lento y al final no me daba tiempo a nada. El miedo a no saberlo todo y a dudar de cada dato me hizo perder la perspectiva de lo que realmente era importante: avanzar de la mano de expertos a quien recurrir en cualquier momento del proceso”.

El contenido de una oposición, aunque es asimilable, suele ser distinto a lo que hayas estudiado hasta entonces. Por eso, rodearte de tutores y expertos en la preparación de estos exámenes te permitirá avanzar sin dudas y recibir consejos y recomendaciones que te garanticen poder afrontar la prueba oficial sin problemas.

Cuídate en cuerpo y mente

“Descuidé mi salud mental y terminé agotado Al principio, me parecía que descansar era una pérdida de tiempo. Estudiaba todo el día, todos los días, y pensaba que eso me daba ventaja. Pero, poco a poco, el estrés se fue acumulando, y mi rendimiento cayó en picada. Me costaba concentrarme, tenía ansiedad y cada vez me sentía más lejos de mi meta. Ahí aprendí que no todo es estudiar, y que la mente también necesita pausas”.

Es fundamental que tomes conciencia de que, al preparar una oposición, no solo se trata de cuánto estudias, sino de cómo lo haces. Cuidar tu mente y tu cuerpo es tan importante como avanzar en el temario.

El agotamiento, la ansiedad y la falta de concentración son señales de que estás pidiendo demasiado a tu cuerpo y a tu mente, y eso, lejos de darte ventaja, te aleja de tu objetivo. Incorpora momentos de pausa en tu rutina, practica ejercicio físico y actividades que te ayuden a desconectar. Hacerlo no solo mejorará tu rendimiento, sino que te permitirá llegar más equilibrado y fuerte al día del examen. Recuerda: una mente descansada y un cuerpo sano son tus mejores aliados en este proceso. ¡No los descuides!

Céntrate en el contenido que te van a preguntar

“Me llené de material y al final no usé casi nada Me compré todos los libros, apuntes y resúmenes que encontré, pensando que cuanta más información tuviera, mejor preparado estaría. Pero al final, me sentía abrumada y no sabía ni por dónde empezar. Perdí un montón de tiempo intentando organizar tanto material y, al final, lo que más me sirvió fue simplificar y quedarme con lo básico”.

Más no siempre es mejor. Lo realmente importante es contar con un material de calidad que coincida con el contenido del programa oficial de la oposición. Tener una gran cantidad de recursos puede ser abrumador y hacerte perder tiempo intentando organizar tanta información.

La clave está en seleccionar aquellos materiales que cubran de manera precisa los temas del temario oficial y que te permitan profundizar solo en lo necesario. Con un buen material centrado en lo que realmente se exige, te aseguras de no desviarte de los contenidos esenciales, y así puedes dedicar tu energía a estudiar y a entender lo que de verdad importa.

Simplificar no solo te ahorra tiempo, sino que también te permite avanzar de forma más eficiente y mantener un enfoque claro en el estudio. ¡No te compliques más de la cuenta y apuesta siempre por lo que va al grano!

Practica para las pruebas a las que vas a enfrentarte

“No hice simulacros de examen…, y el día de la prueba fue un desastre. Pensaba que si estudiaba lo suficiente, estaría lista para el examen. No vi importante practicar con simulacros y entrenar mi velocidad y gestión del tiempo. Cuando me enfrenté al examen real, me puse muy nerviosa y el tiempo se me pasó antes de que pudiera contestar la mitad de las preguntas. Esa falta de práctica me pasó factura y me hizo entender la importancia de hacer test, y simulacros desde el principio”.

Estudiar el temario es fundamental, pero poner a prueba esos conocimientos con simulacros de examen es igual de importante. Practicar con test y simulacros no solo te ayuda a afianzar lo que has aprendido, sino que también te prepara para manejar la presión y el tiempo el día de la prueba. Así te familiarizas con el formato del examen, identificas qué tipo de preguntas te cuestan más y aprendes a gestionar los nervios. Sin embargo, es importante contar con un buen asesoramiento para que los simulacros sean realmente efectivos.

Tener la guía de un experto puede marcar la diferencia, ya que te orienta sobre cómo enfocar esos entrenamientos y cómo medir tu progreso de forma realista. Practicar sin una estrategia clara puede hacerte caer en errores que no detectarías por ti misma, por eso, combinar la práctica continua con un buen apoyo profesional es la fórmula ideal para llegar al examen con confianza y control.

En definitiva, cada detalle cuenta para mejorar tus posibilidades de conseguir la plaza que deseas. Recuerda, no se trata solo de estudiar duro, sino de estudiar con una buena metodología. Si logras evitar estos tropiezos, te acercarás un paso más a tu objetivo y, cuando llegue el día del examen, estarás preparado para dar lo mejor de ti. ¡No dejes que los errores se interpongan en tu camino y sigue adelante con determinación!

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